El dato de empleos de Estados Unidos de noviembre quedó muy por encima de lo esperado, superando incluso la medición original de octubre, que luego fue revisada al alza. El informe generó una recuperación inmediata del dólar, aunque parece haberse tratado de un acto reflejo de los mercados, dado que el billete no pudo sostener sus ganancias al final de la sesión.
La proximidad de la última reunión de política monetaria de la Fed, prevista para el miércoles 14, junto con los dichos del presidente Powell del miércoles pasado, generan una baja del dólar en todos los frentes. Los mercados descuentan una moderación en los aumentos de la tasa de interés, después de cuatro alzas consecutivas del 0.75%. Si bien Powell dejó en claro que el camino a recorrer para bajar la inflación a niveles aceptables será largo (lo que en otras palabras significa que habrá nuevos aumentos) la posibilidad de que la economía sufra más de la cuenta por una tasa alta, llevada al nivel actual por aumentos continuos, pesa en el ánimo del Comité de la Fed.
Así, el euro terminó la semana pasada en máximos de 5 meses, la libra esterlina rondando 1.2300, y el yen en máximos de mediados de agosto, con una recuperación de casi 2000 puntos desde sus mínimos de 34 años que tocó a mediados de octubre.
La onza de oro parece encontrar una barrera muy firme en 1800 dólares, nivel que por ahora no ha logrado vulnerar. Si esta vez lo logra, la zona de 1840 dólares aparecerá rápidamente en el horizonte del metal precioso.
El petróleo, a su vez, supera los 80 dólares, pero sin convencer del todo. Los problemas que genera el brote de coronavirus en China, con las restricciones impuestas por el gobierno de ese país a su población, hacen temer que otra vez haya dificultades en la cadena de suministros global. Si la situación se extiende en el tiempo, el fantasma de la recesión global seguirá apareciendo en los titulares, y será una mala noticia para el combate que llevan adelante los bancos centrales contra la inflación.
La bolsa de Nueva York se mueve al alza, aunque con cierta cautela. Los índices principales no muestran un ánimo muy alto entre los inversores, aunque es verdad que las cotizaciones se están recuperando de mínimos de dos años y medio. No conviene confiar del todo en que se producirán máximos muy relevantes en las próximas semanas. Si bien la Fed suavizará la política monetaria, los aumentos de tipos seguirán, y cuando el mercado lo asuma, es probable que las acciones líderes caigan con fuerza.
La semana se inicia con un dato clave, como lo es el ISM de servicios, el sector más importante de la economía estadounidense. La medición podría quedar lejos de la marca de peligro de los 50 puntos, pero sí podría mostrar un retroceso respecto al mes anterior. Otro argumento para la Fed y su nueva visión, y chances de festejo en los mercados.
El martes tendremos el anuncio de política monetaria del Banco de la Reserva de Australia, y el miércoles el del Banco de Canadá. Se espera que ambas entidades aumenten su tasa de interés en forma muy moderada.
Para el viernes está previsto el dato de inflación mayorista y el índice de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan. No es la semana más importante en materia de informes, pero las especulaciones en torno de la decisión de la Fed y las oscilaciones en la bolsa de Nueva York le darán ritmo a los activos principales.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el martes.
Adrián Aquaro
Trader College