El euro, la libra esterlina y el yen fueron protagonistas en el mercado de divisas el martes, con sendas alzas que dejaron al dólar debilitado en el corto plazo. La moneda única rozó 1.0100, en tanto la libra se aproxima a 1.1600, y el yen recupera posiciones en torno a 145.60.
La onza de oro gana terreno aceleradamente, superando los 1700 dólares, un nivel lejano hace apenas unas horas, en tanto la plata se posiciona sobre los 21.00 dólares, y el platino supera, por primera vez en varias semanas, la cota de 1000 dólares.
Estos movimientos vienen de la mano de un cierto optimismo en el mercado, motivado a su vez por la presunción de que, ante una baja en la inflación, la Fed podría cambiar de rumbo en su actual política monetaria. El llamado “pivot de la Fed”, que de ello trata la chance de que el banco central suavice sus aumentos de tipos de interés próximamente, está en las ilusiones de los operadores, aunque nada de ello ha sido sugerido desde las altas esferas del propio banco. Diríamos que todo lo contrario.
La inflación puede haber bajado en octubre, por supuesto. Lo ilógico sería que ello no suceda, en tiempos de restricciones duras de dinero, y con aumentos de tipos a razón del 0.75% por reunión. Pero no debe olvidarse que el costo de vida se mantendrá, al menos por dos meses más, bien por encima del 6% en la medición subyacente, que excluye alimentos y energía, y que es la que en principio los bancos centrales pueden controlar. Lejos queda de su alcance lo que suceda con el petróleo y el gas, que se manejan con precios internacionales y sin que las medidas de la Fed u otra entidad similar puedan afectarlos.
Pero todo esto no significa que Powell y su gente vayan a moderar los tipos de interés, al menos hasta que se igualen con la inflación, lo cual podría suceder en marzo de 2023. Y si redujera el ritmo de alzas de tipos, igual los seguirían aumentando, tal vez a razón del 0.5%.
El temor a un debilitamiento del mercado laboral no existe por ahora. Los datos de octubre reflejaron el gran momento que atraviesa el sector laboral. Estos datos, en contra de lo que venia sucediendo (cuanto peor, mejor para la óptica de los mercados), impulsaron a las acciones de Wall Street el viernes, y con excepción de los papeles tecnológicos, crecieron durante la primera parte de esta semana.
Por el momento, el rally de las monedas europeas, como también el del dólar australiano, el oro y la recuperación del yen, asoman como un trampolín del cual caerán todas las monedas el jueves, si los datos de inflación no son realmente bajos. De otro modo, y lo sabremos entre el viernes y el lunes, estarán cambiando su tendencia de largo plazo las monedas europeas, y el yen estará retomando la zona de 140.00, que abandonó hace dos meses.
La ausencia de datos importantes hará que los inversores aguarden la apertura de la bolsa de Nueva York para definir la tendencia del dólar para el resto del día. Si todo se mantiene como hasta ahora, el billete no tendrá muchos argumentos para defenderse, al menos hasta el jueves a la mañana.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el jueves.
Adrián Aquaro
Trader College