La bolsa de Nueva York ofreció uno de sus mejores días en varios años el viernes. La baja importante del deflactor de inflación de septiembre fue el disparador. Los inversores deducen que la inflación puede ser más baja en los próximos tiempos, y que la Fed moderará su política monetaria desde diciembre.
Al respecto, cabe acotar que se trata de deducciones poco sustentables. Los oficiales de la Fed, en forma casi unánime, han expresado en las últimas presentaciones públicas que seguirán aumentando la tasa de interés “hasta que el trabajo esté hecho”. Y el trabajo consiste en reducir una inflación que la propia Fed generó en buena medida, y que ahora no acierta a bajar, pese a las agresivas medidas tomadas desde marzo pasado.
De modo que podemos tomar el alza de la bolsa de Nueva York, que muchos se apuran a decir que ha tenido su mejor mes en 50 años (claro, obviando que llegó a mínimos de dos años y medio antes), como una búsqueda desesperada de salir de los mínimos por parte de algunos inversores. Pensando en forma menos inocente, los formadores de precios llevaron a las acciones a los niveles actuales, para que cuando la Fed confirme por enésima vez que seguirá con los aumentos de tasa durante un buen tiempo, se desplomen.
Las divisas siguen el mismo camino. El dólar cayó nuevamente el viernes, con el euro rozando la paridad, debajo y sobre la cual coquetea en estos días. El quiebre de una línea bajista de largo plazo generó cierta expectativa sobre un cambio de tendencia, que sin dudas está más cerca que antes. Pero sobre la Eurozona soplan vientos en contra, y muchos bancos de inversión lo ven en 0.9500 sobre fin de año.
La libra esterlina quedó mejor parada que el euro al cierre de la semana, pero le costará seguir avanzando. El nuevo gobierno británico oxigenó a la libra, aunque no alcanzó para cambiar su tendencia, porque el dólar sigue mandando, y en tanto ello no cambie, la libra seguirá débil, y apuntando más a 1.1000 que a 1.2000.
El yen apenas se vio afectado por los comunicados del Banco de Japón, y si bien se fortaleció días atrás por la baja en los rendimientos de los bonos del Tesoro, sigue cerca de 150.00, nivel que puede superar en los próximos días.
En tanto, el oro no pudo sostener su impulso alcista, e inicia la semana a la baja, apuntando nuevamente a 1630.00 dólares primero, y luego a 1615.00 dólares, los mínimos de dos años y medio que tocó pocas semanas atrás.
La semana tendrá, además de la reunión de la Fed, otros datos atractivos. Entre ellos, los ISM de manufacturas y servicios, previstos para el martes y jueves. También las nóminas de empleo no agrícolas de octubre, que se conocerán el viernes. Pero claro, la Fed será el centro de atención y sobre este anuncio dará vueltas el mercado antes y después del comunicado.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, y un muy buen fin de mes, nos vemos el martes.
Adrián Aquaro
Trader College