La decisión del gobierno de Reino Unido de cancelar el plan de recorte de impuestos que había propuesto la semana pasada vistió de optimismo a los mercados. En verdad, esto no obedece a que las cosas van mejor, ni mucho menos; pero sí parece haber vencido la idea de que una medida de este tipo sin financiamiento claro hubiera generado un aumento de la deuda pública que habría impactado de nuevo en la economía británica, muy maltrecha en estos días.
La libra esterlina se benefició, creciendo fuerte ante el dólar, frente al cual superó 1.1300 en la sesión americana. La libra tiene muchos escollos por delante antes de cambiar su sesgo bajista actual, pero es notable su mejoría, tal como se ve en el cruce EUR/GBP, con una fuerte impronta bajista.
El euro también se reacomoda, aunque no logra superar la paridad ante el dólar. Esta vez, la cota de 0.9800 fue vencida, aunque le costará ir más allá en las próximas horas.
El yen, por su parte, cayó peligrosamente debajo de 145.00, nivel que presumiblemente podría disparar una intervención del Banco de Japón. En las primeras horas del martes, el yen cotiza apenas por encima de 145.00.
En otro orden, las materias primas encabezaron una marcada recuperación. El oro golpea una y otra vez la zona de 1700 dólares, donde encuentra un fuerte escollo en una línea de tendencia bajista medida en los gráficos de día y de 4 horas
La plata y el platino fueron más lejos que el oro, y cambiaron sus respectivas tendencias de corto plazo, augurando un movimiento alcista más marcado durante la sesión de este martes.
La bolsa de Nueva York logró recomponerse, lejos por supuesto de sus mejores horas, y con peligro de seguir cayendo con mucha fuerza durante las próximas semanas. Más allá de la corrección alcista de la víspera, el S&P 500 parece tener su destino marcado en 3500 puntos.
Por otro lado, diversos funcionarios de la Fed comenzaron a aparecer, anticipando su visión de cara a la reunión de inicio de noviembre. Algunos de ellos ya no se ven tan agresivos en su probable decisión, y ello es, también, un aliciente para las acciones principales.
Además, la publicación del ISM de manufacturas, que quedó algunas décimas por encima de los 50 puntos, marcando una continuidad en el crecimiento del sector, pero debajo de lo previsto, parece anunciar que una recesión a gran escala es posible. La bolsa, que en los últimos tiempos se mueve a contramano de la economía (con diversas y hasta graciosas explicaciones), aprovecha esta circunstancia.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el miércoles.
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