La publicación del ISM de servicios en Estados Unidos generó un nuevo aumento del dólar en todos los frentes. Si bien se esperaba una ligera baja en la medición, la misma finalmente quedó por encima de lo esperado, en especial en lo referente a las órdenes de nuevos pedidos, publicada por encima de los 60 puntos. La encuesta general también superó las expectativas, por encima de los 56 puntos.
De este modo, la moneda norteamericana consolida sus ganancias de los últimos meses, con nuevos máximos de 20 años ante el euro, que llegó a 0.9865, y el yen, que rozó 142.00, luego de una caída muy fuerte en pleno horario europeo. La baja del yen se vincula esencialmente con la disparada de los rendimientos de los bonos del Tesoro. Los bonos de 2 años volvieron a superar sus propios máximos de 15 años, llegando a niveles que no tocaban desde octubre de 2007, cuando se encontraban en plena caída; los de 10 años también llegaron a máximos importantes, quedando remarcada la inversión de la curva de rendimientos. En aquella oportunidad, la economía estadounidense ya había entrado en recesión, y la crisis estalló en septiembre de 2008.
Respecto a la libra esterlina, se mantuvo sin tantos cambios en la sesión del martes, luego de la designación de la PM Lizz Truss, que ya anunció medidas tendientes a recortar la presión fiscal en Reino Unido, y a combatir la inflación y la crisis energética. De todas formas, la moneda británica se mantiene muy débil, y cerca de sus mínimos de dos años y medio, a los que llegó con el inicio de la pandemia.
Las materias primas no permanecen ajenas a la embestida del dólar, y el oro encabeza la caída de los metales. La onza no logró consolidar sus ganancias de primera hora, cuando junto con el euro y la libra esterlina observó un alza muy importante, de más de 15 dólares, y termina la sesión del martes con nuevas pérdidas, apenas por encima de los 1700.00 dólares. El oro solo podrá cambiar de dirección al quiebre de 1740.00 dólares, nivel muy lejano al actual, y que de alguna forma coincidiría con el euro por encima de 1.0350 y la libra superando 1.2000, algo que por ahora no parece viable
Estamos en una semana de bancos centrales, y luego de que el Banco de la Reserva de Australia aumentara los tipos de interés en un 0.5%, medida que prácticamente no impactó en el dólar australiano, este miércoles el Banco de Canadá tomará una medida aún más agresiva, llevando la tasa del 2.5% al 3.25%. Así rezan los pronósticos, y el aumento podría ayudar al Loonie en una primera instancia. Sin embargo, habrá que prestar atención al comunicado posterior del banco central, dado que si estableciera una pausa a partir de ahora, el efecto sobre la moneda local podría ser incluso negativo.
Por otra parte, la bolsa de Nueva York no deja de caer, y pese a algunos intentos de recortar pérdidas, las acciones principales finalizaron la sesión de la víspera a la baja. Por el momento, la presunción de que la Fed elevará la tasa de interés en un 0.75% mantiene bajo presión a la bolsa, sin que se vislumbren cambios de tendencia.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el jueves.
Adrián Aquaro
Trader College