La primera semana del mes tendrá, como siempre, un nutrido calendario de noticias, entre las cuales se destacan las cifras de manufacturas y servicios en Estados Unidos (los ISM), los datos de empleo, tanto la encuesta ADP como las nóminas de empleo no agrícolas, y la decisión de política monetaria del Banco de Inglaterra.
Venimos de un cierre de mes vibrante, con el dólar que se nota incómodo luego de los anuncios de política monetaria de la Fed. Tal como viene sucediendo en los últimos meses, los vericuetos de los mercados hacen que el impacto de los aumentos de tipos de interés genere bajas en las monedas en cuestión, que los datos positivos hagan caer a las acciones, y los negativos las hagan crecer.
Pero al margen de estos movimientos, previsibles en algún punto, lo que provocó el discurso de la Fed es una pausa en el alza ilimitada del dólar, que había exhibido desde inicio de 2022, y que se aceleró con el inicio de la guerra en Ucrania.
La alta inflación apuró los impulsos dubitativos de la Fed, que cambió de tono en sus discursos, para elevar la tasa en cuanta oportunidad tuvo. Pero las materias primas se mantuvieron muy altas, presionando sobre las cifras de costo de vida, algo que lentamente comienza a normalizarse en estos días.
La entrada en recesión de la economía estadounidense, que técnicamente quedó decretada el jueves pasado, no hizo mas que aumentar la percepción de los mercados: la Fed no podrá ser muy agresiva en los próximos tiempos, mientras el resto de los bancos centrales aún cuentan con un buen margen de maniobra para seguir elevando el costo del dinero en sus países, dado que se han mostrado más moderados, y tomaron medidas con un sentido del tiempo mucho más atinado que el Comité de la Fed. Este parece ir demasiado atrás de los acontecimientos.
La semana se inicia entonces con un dólar que brinda señales de debilidad en varios frentes. El euro intenta no perder la cota de 1.0200, en tanto la libra esterlina apunta a superar sus máximos de la semana anterior en 1.2245. El yen ya recuperó 700 puntos desde su caída a mínimos de 26 años, en tanto la onza de oro avanza con fuerza, aún cuando tiene por delante un duro escollo en 1775 dólares.
Este lunes, la publicación del ISM de manufacturas, a las 10:00 del este, podría tener un moderado impacto sobre el dólar. Se espera que el sector siga creciendo, aunque cerca de un punto de inflexión (50 puntos) debajo del cual comenzará a mostrar signos de contracción. Esto ya sucedió en China pocas horas atrás.
El miércoles se conocerán los datos del ISM de servicios, en tanto los mercados palpitan la medición de nóminas no agrícolas del viernes. Por el momento, la variable del trabajo no ofrece fisuras, y la Fed se muestra orgullosa de ello. Claro que esto no es gratis: la emisión de dólares y los subsidios a todo hacen que muchos ciudadanos no se preocupen del todo por su situación laboral.
El jueves, el BoE volverá a elevar la tasa de interés, que quedará en el 1.75%. Es para seguir de cerca a la libra: parece prepararse para crecer con firmeza en los próximos días, sobre todo a partir de dicho anuncio.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el martes.
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