El Banco de Japón se apresta a dar a conocer su decisión de política monetaria durante la presente sesión asiática. La entidad que conduce el Sr. Kuroda mantiene una tasa de interés negativa desde hace más de 6 años, y por lo visto no tiene interés en cambiarla, más allá del rebrote inflacionario que sufre el país. Claro, cuando el rebrote es del 2% interanual ¡no hay apuro posible!
Por otra parte, el BoJ mantiene el límite del rendimiento de los bonos en el 0.25%, lo que le valió una caída fenomenal en los últimos meses (mínimos de 26 años), frente a un dólar con rendimientos récord de varios años. El yen rozó 140.00 ante el dólar pocos días atrás, y se ha movido con calma en las últimas sesiones. Cualquier indicio de cambio de política podría hacer salir al yen de su incómoda posición actual, y comenzar a apuntar lentamente a la zona de 130.00, que por ahora queda muy lejos. Creemos que los anuncios no tendrán un especial impacto en el yen, aunque convendrá seguir de cerca el comunicado del banco central.
El otro evento importante del día, mucho más tarde, es el anuncio de política monetaria del Banco Central Europeo. La entidad que lidera Christine Lagarde elevará por primera vez en 11 años la tasa de interés, algo ya anticipado por la funcionaria, aunque en una proporción mínima, del 0.25%. Como los mercados conocen este aumento, la atención estará puesta en el discurso posterior de Lagarde, a partir de las 8:30 del este. Por un lado, se menciona que el BCE mantendrá una postura conservadora de cara a los próximos encuentros; por otro, se especula que si el plan de compra de bonos de países endeudados es aprobado, el banco central podría reacomodar su tasa de interés como lo vienen haciendo otros bancos centrales cuyos países tienen una inflación muy alta. Caso típico, la Fed.
El euro llegó a mínimos de casi 20 años la semana pasada en 0.9950, quebrando la paridad, tras lo cual se recuperó a un máximo de dos semanas, en 1.0270. Este movimiento resulta por lo menos llamativo, dado que no se conocieron noticias importantes que hayan favorecido al euro. Todo lo contrario. Por caso, si bien Rusia lo niega, es probable que el gasoducto que salió de servicio por mantenimiento no vuelva a proveer gas a varios países europeos, lo cual generará grandes problemas de energía en el invierno boreal.
De allí es que uno se pregunta si este aire fresco que tomó el euro no fue sino una pausa dentro de su caída actual. No parece que vaya a caer mucho más debajo de lo que ya fue, pero conviene recordar que después del BCE viene la Fed, sin muchas dudas, y con creciente voluntad de subir hasta el 1% la tasa.
En otro orden, la bolsa de Nueva York continúa creciendo, aunque tiene por delante justamente a la Fed. Los balances presentados por las empresas en estos días muestran ganancias relevantes, pero una gran incertidumbre hacia el futuro. Una vez más, es por lo menos curioso que las acciones crezcan ante la misma sensación de que habrá recesión en los próximos trimestres.
En otras palabras, los movimientos que estamos viendo en estos días podrían ser revertidos rápidamente, y en cuestión de horas. El euro, cayó el miércoles, señal de que puede levantar cabeza este jueves. El yen, lo mismo. Y a la bolsa le queda una semana más de plazo.
Panorama complejo, que se irá despejando con el paso de las horas.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el viernes.
Adrián Aquaro
Trader College