Los datos de inflación de Estados Unidos de junio arrojaron cifras récord de más de 4 décadas, con un 9.1% interanual en el índice general. La medición subyacente, que excluye alimentos y energía, en tanto, cayó del 6 al 5.9% en el mismo período, bastante menos de lo esperado.
El informe encendió alarmas en los mercados, que reaccionaron a la baja en la previa de la sesión americana, para caer nuevamente apenas iniciada la misma. Posteriormente, y podríamos decir como una reacción más técnica que racional, las acciones principales de Wall Street recortaron pérdidas, para terminar en un terreno mixto, y apenas mirando hacia abajo.
Naturalmente, el principal beneficiado fue el dólar. El euro volvió a la paridad 1 a 1, la cual fue motivo, en las últimas 48 horas, de una cobertura de medios que nada tienen que ver con el mundo financiero, poniendo en relieve la importancia del acontecimiento. Si bien logró posicionarse momentáneamente por encima de 1.0100, la moneda única volvió a perder terreno en las últimas horas del miércoles, y continúa débil en la sesión asiática de este jueves. La paridad, algo más lejana, aparece en el horizonte, y no puede descartarse un quiebre de la misma.
La libra esterlina estuvo cerca de tocar sus mínimos de más de 2 años en la zona de 1.1810, pero logró hacer pie ante el dólar, aún cuando mantiene una tendencia bajista muy marcada. Solo la superación de 1.1945, línea de tendencia bajista, podría cambiar el actual sesgo en esa dirección, para buscar en su caso la zona de 1.2000, algo que, al menos en el horario asiático de este jueves, parece muy improbable. Nuevamente, la zona de 1.1810 aparece como un objetivo viable, más allá de la sobreventa muy marcada que presenta la libra en estos días.
El yen llegó a un nuevo mínimo de casi 26 años en 137.80, superando por pocos puntos el máximo del lunes, y manteniendo una tendencia claramente bajista en el corto plazo. Solo una caída del soporte 136.45 podría cambiar la actual dirección alcista del par USD/JPY, antes de lo cual tiene varios soportes a considerar.
Como se ve, cuando parecía que el dólar podía al menos dudar por los datos de inflación, ello no ocurrió, y el billete sigue batiendo máximos de décadas en sus cruces principales, complicando la operatoria de corto plazo. ¿Conviene comprar dólares en máximos de 2, 20 o 25 años? ¿Conviene vender dólares por tal motivo, y esperar a que las monedas líderes recuperen terreno? ¿Es mejor esperar fuera del mercado? Son preguntas que todo operador se hace en estas horas, y la respuesta está en cada uno. Lo que no parece del todo conveniente es tomar muchas posiciones a favor del dólar en estos niveles, y si hay posiciones en su contra, es mejor esperarlas. Ningún activo, aunque sea el dólar, sube o baja para siempre.
La agenda de noticias del día incluye las peticiones semanales de desempleo de los jueves, y una apertura de la bolsa de Nueva York que seguramente dará que hablar. Las acciones terminaron con sospechosas y poco sustentables ganancias en algunos casos.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el viernes.
Adrián Aquaro
Trader College