Cuando los mercados dan un giro feo, resulta más difícil separar el trigo de la paja. En la actual coyuntura, los inversores están vendiendo de todo indiscriminadamente, lo que hace que el valor de algunas de las empresas mejor gestionadas aumente hasta el punto de que sus acciones se han vuelto bastante atractivas para cualquiera con una cartera de participaciones a largo plazo.
La segunda empresa más valiosa de Estados Unidos, Microsoft, es un ejemplo de ello. Las acciones han bajado cerca de un 25% este año ante la urgencia de los inversores por evitar los valores de alto crecimiento en un momento en que la Reserva Federal está ajustando agresivamente las condiciones monetarias, medida que podría empujar a la economía a una recesión.
La actual racha bajista se produce después de dos años en los que las acciones de Microsoft han generado grandes ganancias. Sólo en 2021, las acciones del gigante del software subieron casi un 55%, casi el doble de la expansión del índice Nasdaq 100 de referencia.
La duración de la venta actual es una incógnita, pero hay muy buenas razones para decir que las acciones de Microsoft son una buena opción de comprar en las caídas.
Microsoft, con sede en Redmond, Washington, es un gigante tecnológico de alta calidad y bajo riesgo, con un amplio margen económico. El fabricante de software se encuentra entre las empresas mejor posicionadas para capear las perturbaciones económicas y tiene el mayor poder de fijación de precios para compensar las presiones inflacionarias.
Microsoft está bien arraigada en la economía digital gracias a su modelo de negocio diversificado que incluye una suite de productos Office, sus servicios en la nube y una unidad de videojuegos. El negocio de computación en la nube de la empresa ha sido la principal fuerza impulsora de la subida del 285% de las acciones en los últimos cinco años, periodo en el que su director ejecutivo, Satya Nadella, se ha diversificado hacia nuevas áreas de crecimiento, centrándose principalmente en el ámbito de la computación en la nube.
Esta racha de ganancias sin precedentes, según muchos analistas, aún tiene recorrido. Uno de los principales factores que explican este optimismo es la transición de todo el sector hacia la computación en nube, que no ha hecho más que empezar.
La unidad Azure de Microsoft, que alquila potencia de cálculo a startups y a empresas de mayor tamaño, parece ir a prosperar estos próximos años. Según Wedbush Securities, el gasto mundial en servicios en la nube se acercará al billón de dólares en la próxima década, a medida que las empresas vayan gastando más en computación en la nube.
Resistente en la recesión
El último informe de resultados de la empresa muestra que Microsoft sigue en modo de crecimiento robusto, sorteando los problemas de la cadena de suministro y las presiones inflacionarias. La unidad Azure —sólo por detrás del grupo de servicios web AWS de Amazon en el ámbito de los servicios de infraestructura en la nube— registró un crecimiento del 46% en el primer trimestre fiscal de la empresa, igualando la tasa del segundo trimestre y cumpliendo las expectativas.
La empresa también ha registrado un fuerte aumento de las reservas comerciales, una medida de los ingresos futuros, con acuerdos plurianuales para Office 365, Microsoft 365 y Azure que han impulsado el crecimiento. Las renovaciones de contratos ilustran la satisfacción de los clientes con los productos en la nube de Microsoft.
Debido a estos puntos fuertes, las acciones de Microsoft siguen siendo la opción favorita de los analistas.
Fuente: Investing.com
En una encuesta de Investing.com a 50 analistas, 47 asignan una calificación de «compra» a las acciones, con un precio medio objetivo que implica un potencial de subida del 44%.
Fuente: InvestingPro
Asimismo, según una serie de modelos de valoración, incluidos los múltiplos PER o P/VC o los valores terminales, el valor razonable medio de las acciones de Microsoft en InvestingPro se sitúa en 312,71 dólares, lo que supone un potencial alcista del 24% respecto al valor de mercado actual.
RBC, en una nota de la semana pasada, reiteraba su calificación de “mejor rendimiento” para las acciones de Microsoft, afirmando que la compañía demostrará ser resistente en una recesión. Su nota añade:
«Hemos organizado reuniones virtuales con los inversores de Microsoft. Nuestras principales conclusiones son las siguientes 1) no hay cambios en el discurso macroeconómico o sobre la demanda, y creemos que el modelo de negocio será resistente en caso de recesión; 2) el impacto de los aumentos salariales es mínimo, y seguimos esperando una expansión de los márgenes en el año fiscal 2023».
Otro banco de inversión, Barclays, también ha reiterado su calificación de sobreponderación para Microsoft, asegurando que el software de chat corporativo Teams de la compañía es una «oportunidad de 85.000 millones de dólares». Su nota dice:
«Recientemente, hemos observado un aumento del nerviosismo de los inversores con respecto a las futuras oportunidades de crecimiento de la franquicia de Microsoft Office. Sin embargo, creemos que el reconocimiento de la gran oportunidad que tiene la empresa con sólo impulsar una mayor penetración de los equipos debería poner fin a estas preocupaciones. A su vez, esto debería reconfirmar a Microsoft como una inversión premium en nuestro universo de software”.
El sólido balance y el programa de dividendos de Microsoft ofrecen otra buena razón para los inversores que buscan refugio en los actuales tiempos de incertidumbre. Microsoft paga actualmente 0,62 dólares trimestrales, con una rentabilidad anual del 0,93%. Pero con unas reservas de efectivo que superan los 130.000 millones de dólares, la empresa tiene suficiente potencia para respaldar sus acciones mediante recompras de acciones y aumentos de dividendos.
Microsoft es una de las dos empresas que cotizan en bolsa que han obtenido la máxima calificación de triple A tanto de Moody’s Investors Service como de S&P Global Ratings, las dos mayores compañías crediticias.
Conclusión
Aunque puede que Microsoft, junto con otros gigantes de la tecnología, siga cayendo en la actual liquidación del mercado, este debilitamiento debería tomarse como una oportunidad de compra en el caso de las acciones de Microsoft. Ofrece la oportunidad de posicionarse en un excelente negocio para cuya ventaja competitiva pocas amenazas.
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