En sólo dos semanas, los alcistas del oro han robado el discurso a los bajistas en un mercado que parecía, inicialmente, en su contra. Esta reversión tiene que ver principalmente con una cosa: Recesión.
El temor a que una Reserva Federal demasiado agresiva acabe ahogando la recuperación en sus intentos de acabar con la inflación ha hecho que los traders abandonen tanto las acciones como los bonos estos últimos 15 días.
Si a esto le añadimos las tensiones geopolíticas derivadas de la guerra en Ucrania, que aumentan día a día, junto con los rumores de nuevas sanciones contra Rusia, de repente los inversores, que no tenían demasiados refugios, se apresuraron a abastecerse de metales preciosos y otras materias primas que podrían ofrecer protección frente a una de las mayores incertidumbres del mercado en esta última generación.
Todos los gráficos cortesía de skcharting.com
El efecto conjunto fue la vuelta del oro el lunes a máximos de 2.000 dólares —por primera vez en seis semanas.
El tropiezo del oro fue breve, ya que el contrato de futuros de junio del COMEX de Nueva York se disparó más de 25 dólares, o un 1,3%, hasta alcanzar máximos de 2.000,55 dólares por onza, antes de cerrar la sesión en 1.986,40 dólares. La onza ha subido 11,50 dólares, o un 1,2%, con respecto al cierre del jueves, antes de la festividad del Viernes Santo.
Durante la jornada de negociación de este martes en Asia, el oro de junio parecía haber perdido un poco más de la magia del día anterior, cotizando casi 10 dólares o un 0,5% en déficit hasta 1.976,70 dólares a las 8:00 horas (CET).
En este punto, el oro está a unos 145 dólares o un 7% de los máximos históricos del COMEX registrados en 2.121,70 dólares en agosto de 2020.
Pero la subida del lunes ha sido importante por varias razones.
Es la primera vez que el oro del COMEX cotiza por encima de los 2.000 dólares desde el 11 de marzo, cuando se disparó en la quincena posterior a la invasión de Ucrania que elevó el riesgo en todos los mercados.
El repunte del lunes también se produjo cuando el rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense de referencia a 10 años alcanzó máximos en el 2,884%, su cota más alta desde diciembre de 2018, cuando se situó en el 3,050%. Antes de la guerra, cualquier repunte del rendimiento de los bonos estadounidenses había sido destructivo para el oro. Pero 2022 ha aportado inmunidad al oro ante el aumento del rendimiento, y ambos han subido en los últimos días a causa de la preocupación en torno a la inflación/recesión.
Desde que el oro superara los 2.000 dólares en marzo, también ha ofrecido un comportamiento algo volátil, llegando a caer hasta los 1.888,30 dólares en el COMEX el 29 de marzo.
Lo más interesante es que la subida del oro del lunes se produjo cuando el índice dólar superó los 100 puntos por primera vez desde mayo de 2020 —cuando el billete verde se mantenía inicialmente al alza frente a otras monedas en los primeros días del brote del COVID-19.
Al igual que el rendimiento de los bonos, el dólar ha tenido normalmente una relación inversa con el oro. No se puede saber de inmediato si esa correlación negativa está rota a partir de ahora, y ambos irán al unísono en los próximos días.
«La relación inversa entre el dólar y el oro no es un hecho», dice Phillip Streible, estratega de metales preciosos de Blue Line Futures, en Chicago. Y añade:
«Lo que es más importante es lo preocupados que están los inversores por las cosas, y toda la atención se centra ahora en si evitaremos una recesión. Creo que la inflación es el factor más importante, por encima de la preocupación de que una respuesta agresiva de la Fed pueda llevar a la economía estadounidense a una recesión”.
James Stanley, estratega senior del oro que escribe un blog de la plataforma Daily FX, coincide.
«Los alcistas del oro han protagonizado una remontada en las últimas dos semanas, después de que los bajistas no aprovecharan un repunte bajista por debajo del nivel de 1.900 dólares», escribe Stanley en un comentario tras el cierre del mercado del lunes. Y añade:
«Los vendedores tuvieron su oportunidad y, a pesar de un telón de fondo aparentemente bajista para el oro con la subida de los tipos en Estados Unidos, los alcistas del oro se han salido con la suya, forzando un repunte de la parte superior de una formación de triángulo ascendente para volver a probar el nivel psicológico de los 2.000 dólares por onza».
Lo que es evidente es que los temores en torno a la «palabra con R», recesión, han ido creciendo día a día mientras la Fed se pone cada vez más agresiva en su discurso sobre la inflación.
Por ejemplo, el responsable de política monetaria más agresivo del banco central, James Bullard, sugirió el lunes que los tipos de interés de Estados Unidos deberían subir hasta 75 puntos básicos, o tres cuartos de punto, en un mes para vencer a esta inflación desbocada.
«No descarto una subida de 75 puntos básicos, pero no es mi hipótesis de base», decía Bullard, presidente de la Fed de San Luis, durante sus declaraciones en un evento retransmitido en directo.
Tras recortar los tipos de interés de Estados Unidos a casi cero en el momento álgido del brote de COVID-19, el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de la Fed aprobó el 16 de marzo la primera subida de tipos de la era de la pandemia, elevando los tipos 25 puntos básicos, o un cuarto de punto.
Desde entonces, muchos miembros del FOMC han llegado a la conclusión de que la subida fue demasiado suave para frenar la inflación que registra ya máximos de 40 años. El banco central también se está planteado hasta siete ajustes de los tipos en todo este año.
Bullard y varios funcionarios de la Reserva Federal han abogado por «una o dos» subidas de 50 puntos básicos a corto plazo para ayudar al banco central a combatir mejor las presiones sobre los precios, y se espera que en la reunión del FOMC del 4 y 5 de mayo tenga lugar la primera de estas subidas.
Pero una subida de 75 puntos básicos abrirá un nuevo camino y podría suscitar la oposición de los economistas más conservadores, que creen que el crecimiento se verá totalmente frenado, lo que llevaría al país a una recesión.
La última vez que la economía estadounidense experimentó una recesión, definida técnicamente como dos trimestres seguidos de crecimiento negativo, fue durante el apogeo del brote del COVID-19, entre marzo y septiembre de 2020.
El principal banco de Wall Street, Goldman Sachs, estimó el lunes una probabilidad del 35% de que la próxima recesión de Estados Unidos se produzca dentro de dos años.
«Las declaraciones de Bullard realmente encapsulan el dilema que se han encontrado muchos de los bancos centrales del mundo», explica Jeffrey Halley, analista de mercado senior para Australia y Asia Pacífico en la plataforma de trading online OANDA.
«Habiendo pasado ya claramente de inflación transitoria a inflación integrada, no hay soluciones agradables».
Bullard trató de calmar los temores de que la agresiva lucha de la Reserva Federal contra la inflación pueda interrumpir la recuperación de la economía. «No habrá recesión», declaró, y añadió:
«La inflación es demasiado elevada para ser cómoda, pero la Fed tiene un buen plan en marcha».
Tras contraerse un 3,5% en 2020 a causa de los trastornos ocasionados por el COVID-19, la economía estadounidense se expandió un 5,7% en 2021, creciendo a su ritmo más rápido desde 1982.
Pero la inflación aumentó aún más rápido. El índice de precios del gasto en consumo personal, un indicador de la inflación estadounidense seguido muy de cerca por la Fed, se expandió en diciembre un 5,8% en el conjunto del año y un 6,4% en los 12 meses hasta febrero, ambos también su mayor ritmo de las últimas cuatro décadas.
Los funcionarios del FOMC se han comprometido a devolver la inflación al rango objetivo de la Fed del 2% anual en cualquier momento entre finales de 2022 y finales de 2023.
Bullard ha dicho que la Fed va tan atrasada en su lucha contra la inflación que va a tener que subir los tipos otros 3 puntos porcentuales antes de que acabe el año.
Entonces, ¿en qué punto se encuentra el oro técnicamente en su carrera hacia nuevos máximos de 2.000 dólares?
«Mientras el oro se mantenga por encima de los 1.988 dólares, el metal seguirá subiendo hasta alcanzar los 2.005-2.025 dólares», asegura Sunil Kumar Dixit, estratega técnico jefe de skcharting.com, que basa sus proyecciones en el precio al contado del oro. Y añade:
«Incluso en el nivel más bajo, si los alcistas consiguen mantenerse por encima de los 1.973 dólares, es probable que el oro reanude su movimiento alcista, primero hasta los 1.988 dólares, y que finalmente trate de recuperar los 2.000 dólares para después sobrepasar los 2.010 dólares».
Pero los traders deben ser especialmente cautelosos con los mínimos de 1.971 dólares del lunes, «por debajo de ese nivel tomarán el control los vendedores», advierte Dixit.
«Un repunte por debajo de los 1.958 dólares desencadenará la retirada de las posiciones largas débiles entre los traders minoristas y de margen, lo que llevará a una corrección de 1.932 dólares».
Descargo de responsabilidad: Barani Krishnan utiliza una serie de puntos de vista aparte del suyo para aportar diversidad a su análisis de cualquier mercado En pos de la neutralidad, presenta opiniones contrarias y variables de mercado. No tiene participaciones ni mantiene una posición en las materias primas o valores sobre los que escribe.
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