El plan presupuestario presentado por Biden contiene novedades de interés para la mayoría ya que beneficiará a unos pocos, castigará mucho a otros y terminará dañando a todos en el largo plazo debido a su permisividad con el aumento de la deuda.
El Sr. Biden se muestra comprometido a controlar el déficit y reducir la deuda, aunque las partidas de gasto se disparan notablemente (curiosamente en defensa pero apenas en atención social) y acude al aumento de impuestos para cubrir el diferencial. Así, presupone un aumento de los ingresos potente y bajo un escenario seguro, sin considerar siquiera la posibilidad de enfriamiento de la economía, mucho menos de recesión, y su impacto en recaudación.
Entre las medidas recaudatorias, el equipo de Biden propone subida de los impuestos a las empresas, a los multimillonarios (billionaires) y la controvertida medida impositiva de obligar a tributar las ganancias aún no materializadas conseguidas con activos financieros.
Recortar el déficit, como dicen desde la administración Biden, aumentando gastos y proyectando ingresos al alza bajo el escenario más optimista posible es poco creíble, irresponsable.
Incurrir en déficit en los años venideros, cualquiera que sea su magnitud, tampoco sería un problema novedoso a tenor del comportamiento de los presupuestos USA en su historia. Ni un sólo ejercicio de superávit desde 2001, vean:
BALANZA PRESUPUESTARIA USA.
Existe consenso entre expertos respecto a unos niveles de déficit y deudas que continuarán al alza en próximos ejercicios.
Tampoco el aumento desmedido de la deuda soberana es motivo de preocupación, desde que el 15 de agosto de 1.971 el Sr Nixon decidiese retirar el patrón. Nixon anunció que Estados Unidos no mantendría más el tipo de cambio fijo entre el oro y el dólar, por aquel entonces fijado en 35 dólares por onza.
Esa medida alteró por completo la situación económica y financiera global, facilitando así el camino USA a endeudarse e imprimir dinero a su antojo, tal como ha venido haciendo sistemáticamente desde entonces:
DEUDA SOBERANA USA
El aumento de impuestos también tiene contrapartidas, como la posibilidad de mermar la recaudación al provocar reacción defensiva de los ciudadanos y empresas, reducir el capital disponible para otros menesteres como es la inversión y además caída de las cotizaciones, veamos.
La subida de los tipos impositivos a las empresas tiene un primer efecto inmediato reduciendo beneficios, cuestión susceptible de repercutir alterando las previsiones de gasto e inversión de las empresas en nuevos proyectos, en mejoras de productividad, en fábricas, I+D+I, etc…
Por otra parte, los «billionaires» obligados a pagar impuestos sobre plusavalías no materializadas podrán ser forzados a acudir al mercado a vender acciones para atender el pago.
El Sr. Biden ha propuesto también una novedad de calado para los mercados como es prohibir la venta de acciones a los ejecutivos de las empresas que hayan realizado compras de autocartera (buybacks) durante al menos tres años.
Cercenar la libertad de movimientos de capital a una persona física o jurídica suele terminar reduciendo los flujos. La compra de autocartera ha sido uno de los principales fuentes de demanda y responsable de buena parte de las subidas del mercado en los últimos trimestres.
S&P500, trimestral.
Las empresas llevan tiempo perdiendo la confianza en la fortaleza de la demanda o en perspectivas ilusoriamente positivas de la economía y en lugar de dirigir los excesos de liquidez hacia la inversión productiva optan por comprar acciones propias, con el gran beneficio que saben produce.
Beneficio por doble vía. Uno, a mayor demanda más sube la cotización de sus acciones en bolsa creando plusvalías directas para sus inversiones (y jugosos bonus para los ejecutivos) y dos, al comprar acciones las sacan del mercado o amortizan reduciendo el free float (número de acciones en circulación) y. de esta forma, mejora el Ratio Beneficio por Acción -BPA- de inmediato y sin haber aumentado los beneficios, sólo por minorar el denominador.
La autocartera se ha elevado a niveles record en los últimos años, las empresas dedicaron el pasado año casi UN BILLÓN de dólares y este año, según las autorizaciones solicitadas hasta la fecha bien por encima de cualquier primer trimestre de año, es previsible que superen esa barrera.
Más del 52% de las empresas del SP500 redujeron el «free float» en el último trimestre y se estima que cerca del 20% mejoraron sus beneficios alrededor en más del 4% sólo por esta actividad,
S&P500, semana
Las autorizaciones no tienen que traducirse necesariamente en ejecuciones efectivas de compra de autocartera y con la medida que el gobierno de Biden propone, de prohibir operativa alguna de venta de acciones hasta al menos tres meses después de la compra de autocartera, se pueden desbaratar las previsiones.
Si decae la autocartera el mercado perderá un importante factor de demanda, en un momento delicado desde la óptica fundamental y técnica.
Los ejecutivos pueden percibir esa prohibición como un peligro ante la situación de volatilidad y excesos aún presentes en los mercados sentir. Los ejecutivos suelen realizar operaciones de compra y venta de acciones con objeto de diversificación y protección de sus carteras, si se les prohíbe hacerlo pueden optar por esperar a realizar aumentos de autocartera al menos hasta que se aclare el panorama de riesgo/beneficio.
S&P500, diario.
La operación maquillaje de fin de trimestre finaliza y el mercado queda más expuesto, particularmente después del potente rebote protagonizado durante el mes de marzo que hoy acaba.
S&P500, 15 minutos
Mantenemos bajo vigilancia las operaciones abiertas aprovechando la debilidad de pasadas semanas, estrategias exitosas que suman interesante rentabilidad y gracias al seguimiento dinámico de posiciones de riesgo generarán rendimiento positivo incluso en el peor de los escenarios posible, como ejemplo…
ALIBABA -BABA-, semana.
Antonio Iruzubieta
www.antonioiruzubieta.com – Información en cefauno@gmail.com