La guerra en Ucrania no da señales de tregua, aunque se suceden las negociaciones entre autoridades de ese país con las del país invasor, Rusia. Si bien a menudo se habla de posibles acuerdos de paz, todo parece encaminarse a que los presidentes Zelensky y Putin se reúnan, probablemente en Turquía, para dar fin a esta etapa de la guerra, que es la más cruenta.
Los mercados parecen advertir esta posibilidad, y el dólar cedió posiciones sobre el cierre de la semana pasada, para iniciar la sesión del lunes sin muchos cambios, pero manteniendo un sesgo bajista de corto plazo. Tanto el euro como la libra esterlina se han mostrado algo más firmes el viernes, y podrían acelerar sus alzas en las próximas horas, conforme se produzca algún avance en las negociaciones mencionadas.
El caso de la libra esterlina es algo más paradójico que el del euro. El Banco de Inglaterra elevó la tasa de interés por tercera vez consecutiva el jueves, pero la falta de unanimidad en la votación para hacerlo (8 votos a 1, frente a los 9/0 que se esperaba) desvaneció el impulso alcista de la moneda británica. Sin embargo, ya sobre el cierre del viernes la libra volvió a mostrar signos de fortaleza.
Si bien están lejos de los niveles anteriores a la guerra, las materias primas retroceden desde sus respectivos máximos. Entre ellas se destacan el oro, a más de 140 dólares de sus máximos de 2070 dólares, cuando a punto estuvo de alcanzar su nivel más alto en la historia, y el petróleo, que luego de rozar los 130 dólares en los futuros del WTI, cotiza ahora en zonas cercanas a los 100 dólares.
La prohibición de Estados Unidos de comprar petróleo ruso puede impulsar nuevamente a la materia prima en los próximos tiempos. Es imposible saber por cuanto tiempo más se pueden mantener las sanciones impuestas por Occidente a Rusia, pero lo que es seguro es que estarán allí por mucho tiempo, y solo los países productores de materias primas se beneficiarán, y parcialmente. Ninguno de ellos se autoabastece de todo.
La agenda de noticias incluye este lunes una presentación del presidente de la Fed, Powell, en un congreso privado de negocios en Washington. El banco central elevó la tasa de interés la semana pasada después de más de tres años, y si bien el dólar reaccionó al alza en una primera instancia, terminó cediendo terreno luego. Nuestra previsión es que el billete se verá mucho más firme en el segundo semestre de 2022, y hasta entonces, caerá en varios frentes. El euro, la libra esterlina, el dólar australiano y el dólar canadiense pueden sacar provecho de esta situación.
El yen es la única duda. La moneda nipona no deja de tocar mínimos de 6 años, con algunas correcciones en el medio. El aumento del petróleo fue importante, como también el discurso flexible del Banco de Japón. Una baja generalizada del dólar le dará alivio al yen, que tiene destino en 114.00.
Una muestra de que el clima de negocios está bastante mejor es la bolsa de Nueva York. Los futuros del Dow Jones completaron el viernes su cuarto día consecutivo de ganancias, y se encaminan a un quinto. Si esto se trata de una pausa en medio de la caída se verá luego, pero ciertamente parece tener más para ganar que para perder el índice en las próximas sesiones. Lo mismo aplica al S&P 500 y al Nasdaq 100.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el martes.
Adrián Aquaro
Trader College