Después de más de tres años, la Reserva Federal elevará esta tarde, puntualmente a las 2:00 pm del este, la tasa de interés, que actualmente se encuentra en un rango del 0 al 0.25%. Es altamente probable que el alza sea de un cuarto de punto, lo cual llevaría la tasa al 0.5%. En las ultimas semanas, varios analistas arriesgaron que el aumento podría estirarse al 0.5%, algo que no sucede desde principio de 2000.
El alza de tipos pone fin a un ciclo muy largo de políticas ultra laxas de la Fed. Desde el inicio de la pandemia, el banco central inyectó una montaña de dinero: 120 mil millones de dólares mensuales, los cuales comenzó a recortar en noviembre de 2021, para finalizar los mismos este mes. La tasa se mantuvo inalterable también desde el inicio de la pandemia, lo cual dio lugar, al margen de una estabilización de la economía y del mercado laboral, a una inflación récord en 40 años, que rozó el 8% en febrero.
Este movimiento de la Fed tiene varias lecturas. En primer lugar, persisten las dudas acerca de si será 0.25% o 0.5% el aumento de tasa. La reacción del mercado podría ser diametralmente opuesta ante ambas opciones. El dólar descontó, desde hace meses, un aumento de tipos en marzo, y un 0.25% de aumento sonará a poco, después de tantas expectativas. Un 0.5% sería tal vez más apropiado en un escenario económico como el actual, y el dólar, en tal caso, puede seguir escalando posiciones sin dificultades.
En segundo lugar, el alza de tasa llega en un momento muy particular para el mundo. La guerra en Europa del Este, entre Ucrania y Rusia, por ahora no da señales de tregua alguna, y lentamente comienzan a involucrarse otros países de mucho peso, como China. Occidente ayuda militar y logísticamente a Ucrania, pero la fuerza de los rusos parece imparable. Las continuas sanciones al gobierno de Moscú lo ahogan financieramente, pero la guerra se agrava, y el final no está siquiera a la vista.
Todo esto pesa decisivamente en los mercados, que han ingresado en un laberinto indescifrable desde el 24 de febrero, fecha de la invasión rusa a Ucrania. La bolsa de Nueva York se desplomó varias veces, aunque logró recuperar posiciones otras tantas. La tendencia de los principales índices se vuelca a la baja, ante la presunción de que la Fed comenzará a apretar las clavijas con aumentos de tipos de interés, lo cual atenta contra la liquidez de la cual vive la bolsa (y sobre todo su rally de más de 13 años).
El euro, la libra esterlina y el yen, que se habían movido moderadamente durante los meses anteriores, y habían insinuado alzas de cierto tenor, no han logrado hacer pie esta vez, y apuntan a la baja, con un mínimo de casi dos años del euro, de 15 meses de la libra, y de 5 años del yen, en una caída insólita y sin noticias que la ameriten.
La decisión de este miércoles abre, pues, un abanico de diversas consecuencias. Claramente, el dólar no perderá su tendencia alcista de un día para otro, y mucho menos en medio de una guerra con consecuencias inimaginables. Sí puede tomarse un respiro, en función de lo que decida la Fed. Sin olvidar, claro, que lo que haga el banco central más importante del mundo tendrá impacto inmediato en el resto de las instituciones colegas. Como siempre.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el jueves.
Adrián Aquaro
Trader College