La Reserva Federal dejó, como era esperado, sin cambios su tasa de interés de referencia, en un rango que va del 0 al 0.25%. A su vez, mantuvo el ritmo de recorte de fondos, que había iniciado en noviembre pasado, con una finalización de los planes de estímulo actuales prevista para marzo próximo.
El comunicado del banco central dejó en claro que pronto habrá aumentos de tipos de interés, aunque por supuesto no fue específico en la fecha -se descuenta que será en marzo- ni si será un incremento simbólico, de 0.25%, o mayor.
La conferencia de prensa del presidente Jerome Powell dejó algunas cuestiones para el análisis. En una inusualmente larga exposición, el funcionario pareció querer ganar tiempo hasta la próxima reunión, por lo que la de la víspera se convirtió en una suerte de encuentro de transición. Era esperable, dado que con los recortes en pleno proceso, y sin chances de elevar los tipos de interés, la reunión solo podía centrarse en los planes a futuro, y es como reducir el gigantesco balance del organismo.
La duda que queda ahora es si los aumentos serán 3 o 4 durante 2022. Algunos oficiales del FOMC expresaron semanas atrás que podrían ser 4, lo cual posicionaría a la tasa por encima del 1%, muy lejos de la inflación actual. En verdad, lo que se interpreta a través de estas medidas es el combate contra esa inflación, que costará bajar a niveles más normales (2.5 a 3.5%).
Por otra parte, Powell dejó en claro que dado que la situación del mercado laboral se acerca a niveles óptimos, el banco central tiene un buen margen de maniobra en cuanto a los tipos de interés.
Ante este panorama, la reacción del mercado fue un alza del dólar en todos los frentes, que se mantiene en las primeras horas del jueves. El euro y la libra cayeron moderadamente, aunque la moneda única podría muy pronto volver a apuntar al alza. La libra, que aparecía como más fuerte en las sesiones anteriores, vuelve sobre sus pasos y se ve debilitada. Con todo, el euro se acerca a sus mínimos de 2021 en 1.1185 (tocó 1.1195 en las primeras horas de la sesión europea) y la libra cotiza en la zona de 1.3420.
El yen también sufre el embate del dólar, acercándose a 115.00, aunque su caída se veía más previsible desde las primeras horas del miércoles, ante el quiebre de una línea de tendencia bajista en el par USD/JPY en el gráfico de 4 horas.
También cede el dólar canadiense, más allá de su baja posterior a los anuncios del Banco de Canadá, que dejó todo listo para elevar los tipos de interés muy pronto. El Loonie, que se había apreciado en buena forma ante el nuevo máximo de más de 7 años del petróleo, no puede ahora frenar el ataque del dólar.
El oro también cede terreno, tocando la zona de 1810 dólares, luego de superar 1850 en los días previos. El metal precioso se vio claramente perjudicado por los dichos de Powell, y probablemente se verá en dificultades para retomar la zona de 1830 dólares, que vuelve a ser la resistencia a seguir en el corto plazo.
La caída de Wall Street, una más en los últimos días, no es más que una extensión de lo que los mercados esperaban, que era un discurso medianamente agresivo de la Fed. Los futuros de los índices Dow Jones, S&P 500 y Nasdaq 100 anticipan una sesión compleja para las acciones principales en Wall Street, aunque ello, en principio, no sorprende. La falta de liquidez le quita a la bolsa su principal impulso para crecer, algo que se acentuó en los últimos dos años, pero que comenzó en 2009.
El calendario de noticias incluye el PBI inicial del cuarto trimestre, las órdenes de bienes durables, y las peticiones semanales de subsidio por desempleo, datos clave para la economía. Sin embargo, el impacto en los precios, estimamos, no será importante.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el viernes.
Adrián Aquaro
Trader College