Un inicio de semana agitado han tenido sin dudas los mercados financieros. Desde el inicio de la sesión americana las acciones principales de Wall Street se desplomaron, en un movimiento típico de una ola de pánico, que parcialmente fue revertida en las últimas horas de operaciones. Esto sirvió para cambiarle la cara al día, pero no para cambiar la tendencia general de los mercados, que se ha tornado bajista en los gráficos diarios. El S&P 500 llegó a entrar en tendencia bajista de mediano plazo, pero logró revertir este ingreso sobre el final de las operaciones.
El antecedente más reciente de este tipo de caídas no es el del inicio de la pandemia, cuando los mercados se desplomaron durante varios días a la espera del auxilio de la Fed. Esta caída es muy similar a la vivida en Navidad de 2018 (nada de “rally de Navidad” aquel año), y cuando el derrumbe hacía entrar a los índices en territorio bajista, el 26 de diciembre al mediodía cambió repentinamente el humor, y desde allí no hubo más fisuras hasta la pandemia. En aquella oportunidad, el tema candente del momento era la guerra comercial entre Estados Unidos y China, que hoy parece cosa del pasado, aunque no lo sea.
Lo sucedido en la víspera tiene otros ribetes. La proximidad de la reunión de la Fed, con la decisión prevista para el miércoles por la tarde, genera todo tipo de especulaciones. Los mercados descuentan un recorte total de fondos, pero también un alza de tipos de interés. La duda es si este aumento será agresivo, de medio punto o más, o algo más suave, de un cuarto de punto.
Por otra parte, la tensión entre Rusia y Ucrania se incrementa, y así como los rusos despliegan tropas en la zona fronteriza entre ambos países, tanto Europa como Estados Unidos envía armas y soldados, anticipando lo que puede ser un conflicto bélico dramático. Si bien todas las partes intentan, a través de la diplomacia, llegar a un acuerdo, la posibilidad de una guerra está lamentablemente muy cercana.
El dólar se mantiene expectante, y con un sesgo alcista en estas horas. El euro, que amaga superar 1.1330 para encaminarse a la zona de 1.1400, vuelve sobre sus pasos y apenas roza 1.1300, con una tendencia bajista en el corto plazo, pero abierta para el resto de la semana. El euro se encuentra a mitad de camino entre los mínimos del año pasado en 1.1185, y una recuperación por encima de 1.1400, que lo encamine a posiciones alcistas más importantes en los próximos meses, algo que creemos va a suceder.
La libra esterlina luce este martes algo más estable que el euro, apenas debajo de 1.3500, y manteniendo una tendencia bajista de corto plazo. La caída muy pronunciada de la moneda británica de la víspera fue parcialmente revertida, y el quiebre de 1.3520 podría darle a la libra una nueva oportunidad antes de la reunión de la Fed.
El oro también se mantiene a la expectativa, incapaz por ahora de superar su línea de tendencia bajista de largo plazo, la cual quedaría despejada al quiebre de 1850 dólares. El precio actual de la onza, de 1835 dólares, sugiere que aún puede haber una baja de la misma, que se acelerará al quiebre de 1830 dólares.
La corrección bajista del petróleo, que se está revirtiendo en estas horas, dio lugar a una baja del dólar canadiense y el peso mexicano. El dólar les ganó a ambos el lunes, y mantiene una tendencia alcista frente a las dos monedas en estas horas.
Por último, el dólar australiano se fortalece en estas horas, luego de conocida la inflación de Australia, que quedó en términos trimestrales muy por encima de lo esperado. ¿Será un anticipo de lo que pueden hacer otras monedas? Probablemente sí.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el miércoles.
Adrián Aquaro
Trader College