Los mercados financieros han mejorado en la última semana y la volatilidad de las acciones está retrocediendo. Los inversores están más calmados, eso no tiene duda, sin embargo, los motivos subyacentes por los que las bolsas cayeron siguen presentes.
Veamos cuales son los riesgos principales de corto plazo a juicio de Goldman Sachs:
1. Evolución de los precios del crudo: Como se vio de nuevo la semana pasada, el sentimiento de riesgo sigue bailando con la música del petróleo. Precios más bajos del crudo elevarían el riesgo en los mercados de alto riesgo y en los libros de préstamos bancarios, acelerando la venta de activos financieros de los países productores en mercados internacionales, y amplificando la presión sobre la orientación de la inflación de los bancos centrales a través de políticas no convencionales. Cuando esto incluye tasas negativas la rentabilidad de los bancos comerciales se ve afectada negativamente.
2. Bancos europeos y coste de capital: Los bancos se han comportado que los índices generales en EE.UU., Japón y Europa en un promedio del 13% desde comienzos del año. El factor común es la inversión de la perspectiva de las tasas de interés, con una probabilidad creciente de que la Fed vuelva atrás en su política monetaria de subida de tipos (posibilidad de nuevos recortes), y de mayores tipos negativos en Japón.
Dentro de estas dinámicas (que deberían revertir sobre la inflación y el futuro de las tasas), los bancos europeos se han visto más afectados debido a las incertidumbres relacionadas con la nueva directiva bancaria (BBRD). No está claro si habrá una relajación en la aplicación de este régimen, o iniciativas conjuntas entre los gobiernos y bancos centrales nacionales para abordar el problema de los activos heredados.
Lo cierto es que el sector bancario mundial, sobre todo el sector bancario europeo, sigue muy dañado por el contexto económico general, que puede tender a empeorar.
3. La respuesta política del BCE: Nuestro equipo de economía europea (Goldman Sachs) espera una mayor flexibilización por parte del BCE el 10 de marzo en la forma de un recorte de 10 puntos básicos en su tasa de depósitos para llevarlo a 40 pbs negativos. Esperamos también la extensión del programa de flexibilización cuantitativa hasta septiembre de 2017.
Desde una perspectiva de mercado, pensamos que ambas medidas monetarias incrementarían la volatilidad de los activos, y serían potencialmente contraproducentes por el endurecimiento de las condiciones financieras.
Los inversores ven los tipos negativos como especialmente negativos para el sector bancario, y la extensión del programa QE alimentaría la preocupación por la escasez de los bonos alemanes, que además plantea interrogantes sobre la viabilidad a largo plazo de la orientación de la política actual.
Estos son los tres riesgos principales para los mercados financieros que detecta Goldman Sachs en el corto plazo. En el largo plazo las preocupaciones son otras, como la moderación en el crecimiento global, empeoramiento de factores estructurales, caídas en los márgenes operativos… Bueno, quedémonos por ahora con el corto plazo. Mirar más allá de unos meses es demasiado aventurado.
Carlos Montero
La Carta de la Bolsa