Los datos de inflación de Estados Unidos de diciembre fueron contundentes: un 7% de costo de vida interanual no dejan dudas acerca de que es lo que hará -o al menos debería hacer- la Fed con la tasa de interés. Claro, la reunión del 26 de enero es demasiado cercana como para tomar este tipo de medidas, y los mercados descuentan que será marzo la fecha elegida, cuando además finalicen, en teoría, los planes de estímulo actuales.
Pero así como la inflación creció al límite esperado, en forma imprevisible cayó el dólar. Si bien el dato publicado estuvo dentro de las expectativas, no es poco que la inflación llegue a un máximo de 40 años en un país como Estados Unidos, y tampoco es común que el billete pierda como lo hizo en las últimas horas.
El euro se disparó por encima de 1.1440 (al cabo, y en rigor de verdad, subió 2 centavos y medio desde su mínimo de 2021, tampoco hay que exagerar), y la libra superó 1.3700. En su caso, la moneda británica sí se muestra más firme, luego de amagar con una llegada a 1.3000 pocas semanas atrás.
El yen, que muchos daban por vencido y llegando a 120.00, finalmente recuperó 200 puntos desde sus mínimos de hace unos días, y así podríamos mencionar todas las monedas del tablero.
¿Es que acaso el dólar perdió la memoria y ya no vuelve a crecer? No lo creemos. Sí será difícil verlo en 1.1000 ante el euro, o 1.3000 ante la libra. Pero hay paradas intermedias que volverá a visitar en todos los casos. Mire que la Fed todavía no empezó a actuar.
También sorprendió el alza de las acciones de Nueva York. Probablemente, ante un dato de este tipo, los inversores puedan pensar que la Fed hará lo que deba, pero no al ritmo vertiginoso con el que muchos lo suponen. Y es que hacerlo significaría derribar años de ganancias armadas con liquidez artificial en Wall Street, a despecho absoluto de la situación de la economía o las propias empresas cotizantes.
Analizar a las empresas por sus ganancias ya ha perdido bastante del sentido que tenía años atrás. El efecto de un buen balance dura horas, o minutos. Lo que manda ahora es la liquidez, y en Nueva York saben que la Fed no le cerrará la mano al mercado, a riesgo de un descalabro bursátil que seguramente Powell y su gente no están dispuestos a soportar. No lo hicieron en marzo de 2009, tampoco en marzo de 2020, tampoco lo harán ahora.
¿Se puede esperar una baja del dólar por mucho tiempo más? No parece, al menos en el corto plazo. Lo más probable es que el billete comience a recuperar lentamente posiciones en varios frentes, aunque esto no afecte sustancialmente a las acciones, que por otro lado tenían ganancias pendientes desde el viernes (al menos desde ese día las esperábamos).
Las peticiones semanales de subsidio por desempleo son lo que viene, a las 8:30, y a las 9:30, la apertura de Wall Street. Habrá que ver si el clima de búsqueda de riesgo se mantiene, o si fue solo un espejismo y por unos días.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el viernes.
Adrián Aquaro
Trader College