El guante lo lanzó un banquero hace unas semanas a propósito de la presentación de los resultados anuales de su entidad. «Si las grandes empresas, si los empresarios, que tienen capacidad demostrada para hacer grandes proyectos, forjar grandes empresas no nos piden crédito con los tipos prácticamente en negativo, lo que significa una oportunidad histórica, ¿cuándo lo van a hacer? Hablo con uno de mis gurús favoritos respecto al asunto y señala «que el fenómeno no es nuevo, lleva muchos años coleando, incluso muchos antes de la quiebra de Lehman. Es como si el mundo de la industria y empresa tradicionales se hubieran quedado sin ideas, presa del miedo a los grandes cambios que el mundo está sufriendo a nivel social, político, financiero. La irrupción fuerte de las nuevas tecnologías y la aparición en el mercado financiero de nuevos actores, de la banca en la sombra, han generado dudas y fomentado miedos. Por eso, los planes de determinados bancos centrales como el europeo y japonés no están teniendo el éxito esperado. Hay miedo, en fin, a los desafíos»
Hace unos meses José Luis Martínez Campuzano incidía en este fenómeno ¿La Crisis? No, no era sólo la Crisis. De hecho era un fenómeno tendencial que comenzó casi una década antes. ¿Un fenómeno excepcional el de Alemania? No exactamente. Los gráficos siguientes provienen de una nota publicada por el Banco de España en su Boletín económico de julio/agosto de 2015. En el primer gráfico siguiente podemos ver la evolución de la inversión total por niveles de desarrollo, en términos del PIB. En el segundo gráfico podemos ver el «impacto» de las crisis: la recuperación posterior de la inversión en diferentes crisis económicas, resaltando el pero comportamiento relativo reciente. En este último caso hablamos de la inversión empresarial, la que más peso tiene en la inversión total (frente a residencial y pública, del 20 % y 15 % respectivamente en los países desarrollados).
En estos otros dos gráficos podemos ver la evolución de la inversión, total y empresarial, dentro de los países desarrollados.
Y separar su evolución entre los anglosajones (USA y UK) frente al resto, especialmente el deterioro observado en la zona EUR. Más allá de Alemania…
Pero, incluso en países como UK el peso sobre el producto de la inversión empresarial ha acentuado su tendencia a la baja en los últimos años de fuerte crecimiento, apenas un 8 % del PIB lo que supone algo más de la mitad del peso observado en otras economías desarrolladas.
¿Razones? se han utilizado argumentos estructurales como el cambio en el modelo de crecimiento, la economía de la información/comunicación menos intensiva en capital y el proceso de globalización que ha favorecido un mayor peso inversor en economías emergentes frente a las desarrolladas. Obviamente, la Crisis, el exceso de capacidad a que ha llevado, es también una variable fundamental para justificar la caída de la inversión de forma reciente. Pero, su recuperación, incluso bajo condiciones financieras tan favorables, no responde a lo que esperaría desde una perspectiva histórica.
Con todo, sí hay un factor interesante a destacar: la gran heterogeneidad en su comportamiento por países. Esto es esperanzador, si se toman las medidas adecuadas para favorecer esta recuperación deseada de la inversión. Más allá de una mejora de las condiciones financieras, que como vemos parece no ser del todo suficiente.
Daniel Gutiérrez
La Carta de la Bolsa