El dólar mantiene el dominio absoluto en el mercado de divisas. El euro, vapuleado, no deja de tocar mínimos de mediados de 2020, producto de la embestida del billete, y de las dudas que provienen del Banco Central Europeo, que rechaza cualquier posibilidad de alza de tipos de interés, y no debe ver con malos ojos esta devaluación casi forzada de su moneda. La caída de este miércoles, a 1.1262, es elocuente en este sentido.
El yen llega además a su mínimo de marzo de 2017, nivel que alcanzó el martes a última hora, superando 114.70. La caída del yen, de todas formas, es circunstancial, y en buena medida depende de lo que acontece en la bolsa de Nueva York.
Precisamente, los datos de ventas minoristas y producción industrial crecieron muy por encima de lo esperado, al igual que la utilización de la capacidad instalada. Estos informes dispararon a las acciones líderes, algo poco usual en estos tiempos de “cuanto peor, mejor” que atraviesa la primera bolsa de valores del mundo.
Los índices volvieron a apuntar muy alto, y quedaron cerca de sus máximos históricos, lo cual motivó una caída de cierto tenor del yen y de la onza de oro. El metal precioso volvió sobre sus pasos, luego de un alza fulgurante de las últimas sesiones, pero mantiene una clara tendencia alcista de corto y mediano plazo.
El resto de las monedas también se mueven. La libra esterlina es, de las divisas líderes, la que menos pistas otorga. La divisa británica se ve débil, pero no tanto como el euro, y pareciera mejor preparada para afrontar lo que viene.
La situación general del dólar no es, de todos modos, la más cómoda para operar. Su sobrecompra es muy evidente, y colocar operaciones en estas condiciones es exponerse a correcciones que, antes o después, se van a dar. El euro intentó el martes corregir, sin poder superar 1.1365; el dólar australiano apenas logró hacer frente a un soporte importante, como lo supone un 61.8% de un rally de 4 horas. Y así pueden seguir los ejemplos.
Lo que viene en materia de noticias es la cifra de permisos e inicios de construcción, que lentamente van perdiendo impacto en el mercado, ante la estabilización de la economía. Pero también habrá una serie de presentaciones de miembros de la Fed, que comenzarán a dar pistas acerca de lo que hará el organismo en su última reunión de política monetaria, prevista para el mes próximo.
Resulta casi obvio que, ante las cifras conocidas en las últimas semanas, la Fed deberá acelerar los recortes de fondos, y hasta debería animarse a hablar de un alza de tasa de interés para los próximos trimestres. Al cabo, sería una señal de que el banco central se toma en serio la delicadísima cuestión de la inflación, que el Sr. Powell denominaba “fenómeno transitorio”, y dado que la tasa es cero, cualquier alza quedará como algo simbólico pero bien direccionado.
La apertura de la bolsa de Nueva York, a las 9:30 del este, volverá a estar en el centro de atención de los inversores, definiendo la tendencia del dólar para el resto del día.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el jueves.
Adrián Aquaro
Trader College