Como estaba previsto, la Reserva Federal dejó sin cambios su tasa de interés en un rango que va de 0 a 0.25%, aunque la novedad estuvo en el anuncio de recortes de los planes de estímulo que, desde el inicio de la pandemia, llevó adelante el banco central.
Se hablaba de un recorte inicial de 15 mil millones de dólares, y el Sr. Powell cumplió. Pero la incógnita estaba puesta en saber si el recorte tendría lugar en noviembre, como finalmente ocurrirá, o desde el mes próximo. De esta forma, la Fed reconoce que la inflación es un fenómeno bastante más serio que el carácter de “transitorio” que el propio Powell le daba hasta hace poco.
La perspectiva es que los recortes se vayan acelerando en los próximos meses, y si bien no hay alzas de tipos de interés previstas, se espera que los recortes terminen a mediados de 2022.
Los mercados tuvieron una reacción mixta. Los índices bursátiles volvieron a aparecer en los titulares financieros, con máximos históricos a los que, una vez más, llegaron tanto el Dow Jones, como el Nasdaq 100 y el S&P 500. La bolsa, de alguna forma, festeja que los recortes no hayan sido tan agresivos, y que si bien habrá menor liquidez, esto no significa que la misma se termine por completo.
Las acciones líderes se mantienen en altos niveles, aunque conviene revisar bien la situación de cada papel antes de colocar posiciones al alza que excedan lo intradiario; no extrañaría que, en poco tiempo, se produzcan correcciones bajistas de proporciones, sobre todo en algunas acciones de tecnología como Tesla.
En el mercado de divisas, el euro, la libra esterlina y el yen se apreciaron con poca convicción apenas conocidos los anuncios de la Fed. Con tan poco convencimiento, que el euro ahora apunta a 1.1520, sus mínimos del año a los que llego el 13 de octubre. El yen vuelve a posicionarse sobre 114.00, en tanto el dólar australiano mira hacia abajo nuevamente, cerca de sus mínimos semanales.
Párrafo aparte merece la libra esterlina. Y es que el anuncio de política monetaria del Banco de Inglaterra, inminente, puede “sacudir” bruscamente a la moneda británica. Hay rumores de un alza de tipos de interés muy marginal, de 0.15%, que buscará dar señales de que el banco central pone las barbas en remojo ante una inflación que, en Reino Unido, supera el 3% en estos meses.
Si no hay alza de tasa, la libra volverá a caer con fuerza, aún cuando su destino parece más cercano a 1.4000 que a 1.3000 en los próximos meses. Claro que hay que contar con el crecimiento del dólar, que recién se verá a partir de ahora, con la decisión de la Fed.
Agregado a los datos mencionados, se publicarán a las 8:30 del este las peticiones semanales de subsidio por desempleo, informe clave que en las últimas semanas cayeron fuerte, alentando al mercado laboral. Precisamente, los datos de empleo que se publicarán el viernes por la mañana, tendrán la atención de los mercados en el cierre de la semana.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el viernes.
Adrián Aquaro
Trader College