Poco tuvo para ofrecer el mercado de divisas el lunes pasado el mediodía de Nueva York. Es que lo que viene es realmente fuerte, y los mercados suelen tomar con suma cautela los datos clave, como el que tenemos este martes a las 8:30, las cifras de inflación minorista de agosto.
En circunstancias como estas es cuando se ve claramente como el eje de las noticias sobre las cuales se mueven los mercados va cambiando. Lejos de ser los datos de empleo las cifras más esperadas, las de inflación son las que acaparan la atención de los inversores, toda vez que si la inflación crece por encima de lo esperado, a la Fed no le quedará más alternativa que comenzar a reducir sus compras de bonos, que actualmente ascienden a 120 mil millones de dólares mensuales.
Los pronósticos, en principio, le traen algún alivio a la Fed y a Wall Street, que eventualmente es donde más va a impactar el anuncio. Se espera que la inflación subyacente (que excluye alimentos y energía) haya crecido un 0.3% en agosto, en tanto el índice general habrá crecido un 0.4%. En términos interanuales las mediciones podrían caer a 4.2 y 5.3% respectivamente, cifras insólitamente altas, pero en línea con los tiempos que corren.
Una medición por encima de estos pronósticos no hará más que hacer caer a las acciones principales en Nueva York -el lunes tuvieron un comportamiento mixto, con Tesla creciendo en buena forma por ejemplo- y le dará impulso al dólar.
En el mercado de divisas, el euro, que había iniciado la semana a la baja, llegando al mínimo de 1.1770, se recuperó ligeramente para moverse en estas horas en torno a 1.1810. La tendencia del gráfico de 4 horas se mantiene bajista, aunque con algunos indicios de recuperación para la moneda única. Para posicionarse al alza, el cruce EUR/USD deberá correr por encima de 1.1840 y, así y todo, la zona de 1.1855 (61.8% de retroceso de su actual baja) no le será fácil de superar.
La libra esterlina luce mejor que el euro, con un precio de 1.3874 ante el dólar, pese a que los datos de empleo de Reino Unido, conocidos a primera hora, no fueros satisfactorios. La zona de 1.3890, máximo de la semana pasada, es el objetivo a vencer este martes para la divisa británica, y si lo logra, 1.3915 será el objetivo a seguir.
El yen, por su parte, se mueve sin cambios a 110.02 ante el dólar, con una tendencia lateral en el gráfico de 4 horas, y actuando nuevamente como árbitro del mercado. Claramente, un dato de inflación alto favorecerá al dólar en varios frentes, pero no ante el yen, que en dicho caso tendrá mucho por ganar. El quiebre de 109.70 (eterno nivel de soporte o resistencia, verificable desde muchos años a la fecha) le dará un nuevo impulso al yen.
El dólar canadiense detuvo su volatilidad de la semana pasada, y no ofrece una clara pista de hacia donde puede dirigirse este martes, en tanto el dólar australiano se encuentra “estacionado” en el 38.2% de retroceso del alza anterior. Como se ve, el mundo financiero está pendiente de los datos de inflación de este martes, que son mucho más importantes que en otros tiempos. La Fed tomará nota, y procederá la semana próxima.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el miércoles.
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