Los pronósticos que hablaban de la creación de más de 700 mil empleos creados en agosto volvieron a fallar, y esta vez había buenos motivos para pensar, de antemano, que ello iba a ocurrir. Ya el miércoles pasado, la encuesta ADP de empleos privados había arrojado poco más de la mitad de la cifra prevista, y el componente de empleos del ISM de manufacturas también quedó debajo de lo esperado.
La cifra de 235 mil nuevos empleos en agosto fue la más baja desde enero pasado, y aunque la tasa de desempleo cayó al 5.2% (igualó la medición de hace exactamente 6 años), no le alcanzó al dólar para hacer pie, cayendo nuevamente en todos los frentes.
Pero estas cifras decepcionantes habrán caído bastante bien en el seno de la Fed. El banco central se ve presionado a recortar los fondos que coloca en la economía a razón de 120 mil millones de dólares por mes en compras de bonos, lo cual estabilizó al circuito, pero generó una inflación que se ubica en sus niveles máximos en una década. De modo tal que estos datos harán que el presidente Powell, que se muestra desde hace meses poco propicio a los recortes con diversas excusas, encuentre el motivo justo para estirar la cómoda posición del organismo que lidera.
Esta posición queda desvirtuada si se tiene en cuenta que la variante delta del virus, que se expande velozmente en todo el país, pero sobre todo en el sur, provocó en buena parte que la creación de empleos haya sido tan débil.
Con este escenario, el dólar mantiene un sesgo alcista de mediano plazo, aunque le costará retomar la iniciativa en los próximos días. El euro superó 1.1900, y la libra esterlina no ve tan de lejos la zona de 1.4000, aún cuando a medida que crecen, ambas monedas parecen estar más exigidas para alcanzar nuevos máximos.
Sí luce mucho mejor la onza de oro, que superó el viernes los 1830 dólares, y quedó a centavos de su máximo de casi dos meses, en 1834 dólares. El metal precioso tiene por delante un camino alcista bastante claro, sobre todo a partir del momento que la Fed comience con los recortes. Algo similar aplica al yen. La moneda nipona volverá a ganar posiciones, probablemente en forma concluyente, cuando comiencen a faltar dólares de la Fed.
El dólar australiano tendrá una buena prueba a su fortaleza en la sesión asiática del martes, con los anuncios de política monetaria del Banco de Australia. Si bien no se esperan cambios relevantes, la extrema sobrecompra del Aussie en las últimas sesiones no le dan mucho margen de maniobra al alza, y la moneda australiana podría comenzar a ceder posiciones.
Para el resto de la semana, los anuncios de política monetaria del Banco de Canadá y el Banco Central Europeo tendrán la atención de los operadores. En ambos casos se espera que las entidades mantengan su actual política. El BoC se adelantó a otros bancos centrales al recortar fondos dos reuniones atrás, y el dólar canadiense creció en forma acelerada, es verdad que también impulsado por el petróleo. El euro, en cambio, llega a esta instancia algo más fuerte, pero sobre todo por la caída propia del dólar.
El festejo del Día del Trabajo en Estados Unidos hará de esta sesión de lunes un día de entrenamiento a partir de las 9:30 del este, siendo que ya desde el inicio del día los movimientos se ven muy acotados.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el martes.
Adrián Aquaro
Trader College