Las acciones de los bancos europeos se están desplomando por una combinación de varios temas. Casi todos se ven afectados por una amplia gama de preocupaciones; la mezcla exacta varía de un banco a otro, dependiendo de los clientes y los mercados a los que estén expuestos, su estructura de financiación y su modelo de negocio. Aquí están los 13 principales motivos que preocupan a los grandes inversores (vía The Telegraph):
1. Una desaceleración económica
El enfriamiento de la economía china, durante mucho tiempo el motor del crecimiento mundial, es una mala noticia para los bancos que tienen grandes operaciones en los mercados emergentes y/o, gran exposición a productos básicos.
Y la desaceleración de China tiene importantes efectos en Europa, sobre todo entre los exportadores alemanes.
2. Préstamos con riesgo
Poco después de la crisis financiera, los reguladores estadounidenses obligaron a sus bancos a hacer frente a los errores del pasado y rebajar el valor de los préstamos dudosos. Este proceso ha brillado por su ausencia en Europa.
Deutsche Bank, por ejemplo, cotiza a alrededor de un 30 por ciento su precio en libros. Esto demuestra una desconexión fundamental entre lo que piensa el banco que valen sus activos y la confianza del mercado en esa valoración.
3. Los bancos centrales
Los mercados están cada vez más preocupados por la falta de munición de los bancos centrales. Algunos traders culpan de la última oleada de ventas al Banco de Japón y su decisión de recortar los tipos de interés a territorio negativo. Decir que esto no tuvo el efecto estimulador deseado sería muy poco.
4. Bajos tipos de interés
Las decisiones de los bancos centrales están impactando negativamente en algunos prestamistas. Es muy difícil que los bancos ganen dinero cuando las tasas son tan bajas y aún más difícil cuando son negativas como sucede ahora en algunas partes de Europa.
Los prestamistas tienen que pagar para depositar fondos en los bancos centrales. Pocos están repercutiendo estos gastos a los clientes por temor a perder cuota a favor de sus rivales.
5. Los colchones de capital
Los bancos han realizado grandes esfuerzos para incrementar sus reservas de capital, que actúan como amortiguadores cuando/si empiezan a perder dinero. Pero tienen que recaudar más dinero con el fin de alcanzar los objetivos europeos en 2019.
Hay tres maneras de hacer esto: 1) aumentando los beneficios (no probable), 2) reduciendo los balances (no es fácil) o 3) pidiendo dinero a los accionistas (no es un movimiento inteligente con los precios de las acciones tan bajos). Si se cree que los bancos no van a alcanzar esos objetivos, los reguladores podrían obligarlos a dejar de pagar dividendos.
6. Regímenes de recapitalización
Los gobiernos quieren asegurarse de que los contribuyentes no van a pagar el rescate de los bancos. O, al menos, no hasta que los acreedores bancarios hayan sufrido también pérdidas. Por lo que se ha establecido una nueva jerarquía de inversores en función de los problemas que puede tener un banco.
Esto se vio durante la crisis bancaria de Chipre en 2011, cuando incluso algunos depositantes (que técnicamente están prestando dinero a su banco) sufrieron pérdidas. Algunos de los tenedores de bonos sénior del portugués Banco Novo tuvieron que sufrir pérdidas por el rescate del mes pasado.
Esto ha hecho que los inversores bancarios sean más conscientes de dónde ponen su dinero y ha provocado una fijación de precios más realista del riesgo de crédito bancario. Esto es muy necesario, pero también extremadamente incómodo.
7. CoCos
Hay poca duda de que algunos acreedores prestaron dinero a los bancos imprudentemente antes de la última crisis financiera en la creencia de que los gobiernos intervendrían si algo salía mal. Los bonos convertibles contingentes, que se convierten en acciones si los bancos entran en dificultades, son un intento de remediar este llamado «riesgo moral».
El problema es que la mayoría de las personas invierten en acciones o bonos, por lo que no hay muchos compradores naturales de Cocos, que no son ni chicha ni limonada. Esto significa que pueden perder valor muy rápidamente a la mínima impresión de estrés.
8. Regulación
Las nuevas reglas han hecho que muchas líneas de negocio no sean rentable. Sin embargo, muchos bancos se han quedado con ellas con la esperanza de que sus rivales se den por vencidos y ganar cuota de mercado. Ninguno de los bancos europeos parpadeó durante años; Ahora todos ellos huyen.
9. Reestructuración
Los bancos que finalmente despertaron y decidieron que no pueden hacer de todo para todas las personas, están cerrando divisiones no rentables y reestructurándose. Esa es una buena noticia. Pero no es fácil ni barato.
10. Gastos por litigios
Los bancos todavía están siendo multados por malas prácticas pasadas. ¿Cuándo terminará esto? Nadie lo sabe.
11. Un futuro incierto
Los bancos han trazado su camino a la rentabilidad y aumentar su capital hace algunos años. Pero del dicho al hecho hay mucho trecho. Una gran recesión mundial, un escándalo financiero, un éxodo masivo de los gestores, o cualquier otro problema no previsto podrían hacer que fracasaran sus planes.
12. Profecías autocumplidas
La banca se basa en la confianza. Pueden decirle a la gente que no tienen problemas hasta que el agua les llega al cuello. Pero si los acreedores están preocupados por la solvencia de un banco, van a dejar de prestarles dinero. Entonces, de repente, el banco se volverá insolvente.
13. Contagio
Los bancos están vinculados entre sí porque se prestan dinero entre ellos. Así, los inversores temen que, si un banco cae podría arrastrar a otros con él. El sistema financiero se asemeja a una red gigante.
El miedo se propaga rápidamente.
Carlos Montero
La Carta de la Bolsa