La publicación de las Minutas de la última reunión de política monetaria de la Fed no dejó sorpresas. Si bien se mantiene un discurso homogéneo, que defiende la postura actual del banco central, es claro que algunas voces del Comité de política monetaria ya se alzan en contra de seguir inyectando más de 115 mil millones de dólares por mes en compra de bonos, con una inflación que en julio superará el 5% interanual.
Llama la atención el discurso que tiende a desestimar la inflación, haciendo quedar al fenómeno como algo pasajero, y producto de la explosión de consumo pospandemia. Pero si el petróleo sigue subiendo, y hay motivos para pensar en que así será, más allá de la fuerte corrección bajista del miércoles (38.2% de su último rally), el ítem de energía seguirá subiendo, aunque a la Fed parezca no preocuparle. Quien suscribe vive en un país cuyo impuesto más distorsivo, corrosivo y destructivo es la inflación, que supera año tras año el 70% real, y cualquier habitante de este país puede dar fe de lo mismo.
En este contexto, la bolsa sigue festejando la fiesta de liquidez, alentada por gran parte de la opinión pública y la prensa. El Nasdaq 100 llegó el miércoles por la noche a un nivel clave: el 261.8% de su baja de febrero y marzo de 2020, un nivel que podría ponerle un freno a un índice cuyo nivel de sobrecompra no conoce antecedentes. El S&P 500 sigue sus pasos.
En cuanto a las monedas principales, el euro no encuentra motivos para revertir sus bajas. Es verdad que tiene un nivel de sobreventa marcado en el corto plazo, y se impone una corrección alcista inminente. Pero la formación de doble techo medida en los gráficos semanales invita a vender, aún cuando se trata de una figura de mediano plazo, con un destino cercano a 1.1200.
La libra esterlina se mantiene débil, y la zona de 1.3700 aparece cercana en el horizonte. Así como en la Eurozona la variante Delta del virus comenzó a poner en jaque la recuperación económica, lo propio está haciendo en Reino Unido, donde los contagios con dicha variante, con un grado de agresividad desconocido, parece crecer día a día.
La fuerte baja del petróleo remachó la caída del dólar canadiense, que ya cedió más de 400 puntos desde sus máximos de 6 años a los que llegó a inicios de junio. La zona de 1.2700 no parece lejana, aunque no lo hará en un primer intento. En mucho dependerá de la marcha del petróleo, y del dólar en general.
El calendario de noticias incluye las habituales peticiones semanales de subsidio por desempleo, que podrían volver a bajar, y que reflejan el buen momento que atraviesa el mercado laboral estadounidense.
A la vez, la apertura de Wall Street, a las 9:30, ofrecerá los movimientos habituales (los del miércoles fueron furiosos, al alza y a la baja, durante 45 minutos seguidos). Por lo demás, tenemos por delante un día más que interesante: ¿será el dólar capaz de seguir ganando, o llega el momento de una corrección más fuerte?
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el viernes.
Adrián Aquaro
Trader College