El dato de empleos de Estados Unidos publicado el viernes quedó por debajo de lo esperado en mayo, dando algo de alivio a la presión que sufre la Fed para recortar los fondos que mensualmente coloca a través de la compra de bonos. Los 559 mil nuevos empleos no están mal, claro, pero no cumplieron las expectativas de los 650 mil esperados. En contrapartida, la tasa de desempleo cayó al 5.8%, el mínimo desde el inicio de la pandemia.
El panorama es sumamente interesante para esta semana. Los datos conocidos en la primera semana del mes fueron muy positivos, con la encuesta de empleos privados reflejando la creación de casi un millón de puestos de trabajo en ese sector, las encuestas ISM de manufacturas y de servicios en máximos de muchos años, y las peticiones semanales de subsidio por desempleo en su mínimo de 15 meses. Los datos de empleo del viernes quedaron algo fuera de tono en ese contexto, y lo que viene es el dato clave del mes, el índice de precios al consumidor.
Al respecto, conviene revisar algunas cifras anteriores. La inflación anual -abril 2020 /abril 2021- quedó en el 4.2%, dato conocido el mes pasado. En ese índice está incluido un aumento de la energía del 49%, que abarca al peor mes de 2020, abril, con una caída brutal del precio del petróleo. Para la cifra de mayo, ese mes queda fuera de la medición, y dado que en esa oportunidad se produjo un rebote muy fuerte de la materia prima, el incremento en la energía podría superar el 55%, impactando fuerte en la inflación interanual.
Dada la volatilidad de este ítem, como también la de los precios de los alimentos, se toma la medición subyacente, que los excluye. En abril, y también en términos interanuales, la inflación quedó en el 3%, es decir, muy por encima de las metas de la Fed, situadas “un poco por encima del 2%” de acuerdo a las palabras del presidente de la entidad, Jerome Powell, en el Simposio de Jackson Hole en octubre pasado.
Con un lenguaje casi rayano en lo temeroso, la Fed comenzó a hablar de recortes. De hecho, tomó la primera medida en ese sentido, eliminando de su programa de compras de bonos una parte pequeña, que asciende a los 5 mil millones de dólares, lo cual encendió algunas alarmas en Wall Street, pendiente de la liquidez fácil más que de la salud de las empresas.
De allí es que el jueves, cuando se conozca el índice de inflación, habrá un alto impacto en los precios del dólar, en los activos principales, y sobre todo en la bolsa de Nueva York. Una inflación muy por encima de las metas de la Fed no le dejará a Powell y al Comité mayor margen de maniobra, y deberá actual en la próxima reunión de política monetaria, prevista para el miércoles 16 de junio. De lo contrario, el comunicado seguirá hablando tímidamente de comenzar a considerar, alguna vez, y sin que nadie de enoje, algún pequeño recorte en algún momento del año. Lenguaje difuso y tendiente a calmar la ansiedad de los mercados, para un banco central que parece ir detrás de los hechos.
Este lunes no luce como el día más atractivo. Después de los datos de empleo, suele haber una pausa en los mercados, y la moneda norteamericana sigue débil, en prácticamente todos los frentes. Que salga de esta situación dependerá, en buena medida, de los datos de inflación antes mencionados.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el martes.
Adrián Aquaro
Trader College