Luego de un miércoles de pocas alternativas, este jueves asoma como un día más atractivo en el mercado de divisas. Las nóminas de empleo privadas publicadas por ADP quedaron bien por debajo de lo esperado, aunque no puede esperarse algo similar del dato del Departamento de Trabajo, que se conocerá el viernes. Por otro lado, la encuesta ISM de servicios quedó en 62.7 puntos, un fuerte crecimiento, pero lejos de los niveles previstos ¿Es que acaso las cosas no van tan bien como parece? Creemos que sí van bien, pero los pronósticos cada tanto exageran. Algo similar sucedió, pero para mal, con los mismos datos en los meses de abril y mayo de 2020, cuando explotó la pandemia.
Lo cierto es que los datos conocidos en los primeros días de mayo desvanecen la euforia de los del mes pasado. La bolsa de Nueva York, lejos de todo esto, volvió a subir, y los futuros del índice Dow Jones tocaron nuevos máximos históricos, en una nueva muestra del mal de la época: cuanto peor, mejor. A malos datos, más liquidez.
Se espera que el BoE deje sin cambios su tasa de interés, actualmente en el 0.1%, y mantenga su plan de compra de bonos intacto. Si bien la actividad económica ha mejorado sensiblemente, y Reino Unido es uno de los países que lidera los planes de vacunación a nivel global, el riesgo de nuevos rebrotes existe. Además, en los últimos días se han intensificado los movimientos de sectores que buscan independizar a Escocia y Gales de Reino Unido, consecuencia directa del Brexit.
La libra esterlina llega a esta instancia fortalecida. Si bien ha sufrido algunos vaivenes en los últimos días, no se aleja de 1.4000, aunque se ha mostrado incapaz de superar dicha cota con claridad. Un comunicado pesimista podría hacer trastabillar a la divisa británica, mientras que un panorama algo más optimista puede darle un fuerte impulso alcista. En otras palabras, si gana, ganará más de lo que puede perder si pierde.
El euro muestra un comportamiento irregular, al igual que el yen, aunque este último se muestra algo más bajista que la moneda única. Mientras tanto, el dólar canadiense sigue llegando a máximos de varios años, acompañado y apoyado por el petróleo, que también apunta a niveles que no toca desde 2018.
El oro también luce muy volátil, y no tiene ciertamente los favores de los mercados. Si bien no se aleja de 1800 dólares por onza, aparece limitado en ese nivel, aunque esa firme resistencia, de ser superada, será el trampolín que necesita el metal precioso para ir a buscar 1830 dólares.
En Latinoamérica, se destaca el alza del dólar ante dos monedas habitualmente estables, como el sol peruano y el peso colombiano. En Perú, la incertidumbre que genera la segunda vuelta de las elecciones presidenciales entre dos candidatos con propuestas diametralmente opuestas, llevó al sol a su mínimo histórico, y el dólar se acerca a los 4 soles, un precio inesperado e impensable pocos meses atrás. En Colombia, la grave crisis social derivada de una propuesta de aumento de impuestos por parte del gobierno del presidente Duque presiona sobre el tipo de cambio, con el dólar en máximos desde inicios de noviembre pasado, y apuntando a 4000 pesos.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el viernes.
Adrián Aquaro
Trader College