En la reunión del Banco Central Europeo de mañana no se prevén novedades que vayan afectar al mercado de divisas, aunque, no obstante, será analizada de cerca por los inversores.
Desde esta reunión, los datos macroeconómicos de la zona euro han resistido bastante bien (gráfico 1). Los PMI de actividad empresarial han subido, las ventas al por menor crecieron más de lo que se previó en febrero y los indicadores mensuales han sorprendido al alza en general.
El plan de vacunación del bloque también ha despertado un gran optimismo, sobre el que se espera una importante aceleración en este segundo trimestre -tras un arranque no muy prometedor-, periodo durante el cual se estima que se pongan a disposición de la UE unos 400 millones de dosis -en el primer trimestre se administraron menos de 80 millones-.
Gráfico 1: Publicación de datos macroeconómicos clave [zona euro] (desde el 11/03/2021)
Dicho esto, sigue habiendo algunas razones por las que la prudencia podría marcar los comunicados de este jueves. Y es que los nuevos contagios han aumentado en la zona euro durante la tercera ola, por lo que muchos países del bloque, especialmente Alemania y Francia, han ampliado las medidas de confinamiento o han vuelto a imponer restricciones más duras. Probablemente la mayor parte de Europa no esté en condiciones de retirar de forma sustancial las medidas de confinamiento hasta dentro de unos meses, lo que retrasará la recuperación económica.
Teniendo esto en cuenta, esperamos que la presidenta del BCE, Christine Lagarde, señale que las perspectivas de la economía del bloque siguen siendo “ampliamente equilibradas”. También creemos que el Consejo de Gobierno reiterará su compromiso de mantener un mayor ritmo de compra de activos en el segundo trimestre, y vemos poco riesgo de volver al nivel anterior de 60.000 millones de euros al mes hasta las reuniones de junio o septiembre.
En cuanto al futuro del PEPP, creemos que es demasiado pronto para que el banco comience a debatir sobre la normalización de la política. Actualmente, el programa está establecido hasta marzo de 2022, pero probablemente no veamos cambios sobre el rumbo que tomará hasta más avanzado este año -cuando el banco tendrá un concepto mucho más claro del estado de la crisis sanitaria y, en particular, de su impacto en la inflación de la zona euro, que sigue estando muy por debajo del objetivo a largo plazo del banco y de sus expectativas a corto plazo (gráfico 2)-.
Gráfico 2: Tasa de inflación de la zona euro (2013 – 2021)
En general, pensamos que la reacción del mercado a la reunión del BCE de esta semana será moderada y no esperamos ningún cambio radical respecto a su reciente retórica. Sin embargo, mensajes más positivos sobre el creciente optimismo de las vacunas podrían seguir impulsando el reciente repunte del euro, que ha vuelto a superar el nivel psicológico de 1,20 frente al dólar estadounidense.