Semana positiva en general para las Bolsas. Veamos su rendimiento tanto semanal como anual:
- Ibex 35: 0,75%/2,64%
- Dax 30: 0,97%/1,47%
- Cac 40: 1,39%/4,17%
- FTSE 100: 2,27%/2,63%
- FTSE MIB: 0,51%/3,30%
- S&P 500: 0,81%/2,29%
- Dow Jones: 1,82%/2,91%
- Nasdaq: -2,06%/0,25%
El oro ha sufrido caídas en 8 de las últimas 9 sesiones y este hecho le ha llevado a niveles del pasado mes de junio. En 2021 ya se deja por el camino un -10%, con lo que hay que remontarse 6 años atrás para ver algo similar.
El petróleo mantiene la fuerza alcista tras conocerse que la OPEP no incrementará la oferta el próximo mes de abril y se mantendrá congelada la producción de crudo, salvo Rusia y Kazajistán, que sumarán 130.000 y 20.000 barriles diarios respectivamente, una cifra muy baja.
El sentimiento de los inversores (semanal) según AAII queda de la siguiente manera:
- * El sentimiento alcista (expectativas de que las acciones suban en los próximos seis meses), cayó 5,7 puntos hasta el 40,3%. El optimismo está por encima de su media histórica del 38%
- * El sentimiento neutro (expectativas de que las acciones permanezcan sin cambios durante los próximos seis meses) aumentó 4,1 puntos hasta el 34,4% y está por encima de su media histórica del 31,5% por primera vez en nueve semanas. E
- * El sentimiento bajista (expectativas de que las acciones caerán en los próximos seis meses) aumentó 1,5 puntos hasta el 25,3% y está por debajo de su media histórica del 30,5% por cuarta vez este año.
Por cierto, no sé si saben que la pasada semana tuvimos un cumpleaños muy especial. En efecto, el S&P 500 se puso en marcha un 4 de marzo de 1957, de manera que ha cumplido 64 añitos. A lo largo de su vida los gestores han intentado batirlo mediante una gestión activa, pero ha sido en vano, por ejemplo, de 2001 a 2019 que son 19 años resulta que sólo pudieron hacerlo en 3 años y algunos, no todos. Y es que la rentabilidad anualizada estos 64 años ha sido de un +7,2% que no está realmente nada mal. En el siguiente gráfico pueden ver su rendimiento.
Esto lleva al famoso debate acerca de si es mejor una gestión activa o bien una gestión pasiva. En la gestión activa, el gestor selecciona activos basado en su propio criterio con la finalidad de lograr unas rentabilidades superiores a las del mercado. En la gestión pasiva, el gestor adopta decisiones con el objetivo de replicar el comportamiento de un índice de referencia y su filosofía se basa en que el mercado es eficiente y por tanto, no es posible obtener rentabilidades superiores al mercado.
La idea general es que la inversión activa estaría más enfocada a un inversor que no tenga los conocimientos y experiencia suficiente, que no disponga de un tiempo importante, que esté dispuesto para asumir riesgos y que no le importe pagar más comisiones.
En cambio, la inversión pasiva se corresponda más con un inversor que no es experto en la materia, que no dispone de tanto tiempo para estar rastreando los mercados en busca de oportunidades, que no quiere pagar tanto en dinero en comisiones. Respecto al tema de comisiones, decir que en un fondo de gestión activa hay un equipo gestor detrás cuyo trabajo es seguir el mercado en busca de oportunidades. En cambio, en un fondo de gestión pasiva, este equipo es muy reducido puesto que el objetivo es replicar al índice y no han de rastrear el mercado. De esta manera, las comisiones son mucho más bajas en la gestión pasiva.
Hay un dato muy clarificador: John Bogle, fundador de Vanguard, comprobó que la mayoría de los gestores de fondos no conseguía batir al mercado consistentemente a lo largo del tiempo. Llegó a la conclusión de que la mayoría de los fondos de gestión activa que invierten en acciones pierde respecto a los índices en periodos de 15 años, el rendimiento medio anual es un 1,5% inferior, lo que supone ganar un 25% menos en 15 años.
Un sector que está boyante este ejercicio es el bancario, basta mirar el gráfico del índice bancario KBW que ha subido un +21% este año, ya que algunos de los mayores bancos, como JPMorgan , Bank of America y Citigroup Inc han registrado ganancias de dos dígitos.
Pero el caso de los bancos europeos igual, también están fuertes, basta el ejemplo del Santander que desde los mínimos históricos que marcó el pasado 23 de septiembre sube más de un 100%. El siguiente gráfico es el índice sectorial bancario europeo.
Es verdad que todavía tienen que lidiar con el actual contexto de tipos de interés muy bajos y el ratio de morosidad por encima de la media tradicional, pero hay dos factores que animan a los inversores a ir comprando poco a poco:
1º La vuelta del dividendo tras la “autorización” del Banco Central Europeo (eso sí, sujeto a una serie de condiciones).
2º La llegada de las vacunas y el comienzo del calendario de vacunación, hecho que va acercando poco a poco (mucho más lento de lo deseado) el regreso a la normalidad y por tanto la ansiada recuperación económica.
Ismael de la Cruz/Investing.com
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