El comercio electrónico ha entrado en auge durante la pandemia, al igual que las empresas que entregan los paquetes a los millones de consumidores atrapados en sus hogares.
La demanda de servicios de mensajería ha sido tan fuerte esta temporada navideña que United Parcel Service (UPS) impuso restricciones de envío a algunos grandes minoristas como Gap Inc y Nike la semana pasada, según informa el Wall Street Journal.
Este cambio inesperado en las tendencias de compra de los consumidores ya ha beneficiado enormemente a los rivales de entrega de paquetes FedEx y UPS. Sus acciones, tras recuperarse por completo de la caída de marzo, han subido en torno a un 96% y un 43% este año, respectivamente.
Por lo tanto, si usted pretende incorporar uno de estos jugadores a su cartera en este momento, tiene que decidirse entre estos dos competidores y sus previsiones de crecimiento. Echemos un vistazo más en profundidad.
FedEx: Los primeros preparativos marcan la diferencia
La reestructuración empresarial de FedEx, que se planeó antes de la pandemia, resultó ser un gran diferenciador en este nuevo entorno. Antes de que el COVID-19 se extendiera por todo el mundo, la compañía ya había instaurado el servicio de siete días, amplió la capacidad para gestionar paquetes más grandes, introdujo un nuevo software de enrutamiento y comenzó a incluir más paquetes exprés a la red terrestre de bajo coste.
Los últimos resultados trimestrales de la compañía también mostraron que está bien preparada para beneficiarse de esta nueva situación. En septiembre, FedEx reportó el margen operativo ajustado más elevado en un primer trimestre fiscal desde 2017.
Los ingresos aumentaron más de un 13% hasta 19.300 millones de dólares, máximos trimestrales históricos para la compañía, y el beneficio por acción se ha casi duplicado frente a las expectativas de los analistas.
El director ejecutivo, Fred Smith, ha dicho:
«El crecimiento de nuestras ganancias subraya la importancia de nuestras iniciativas e inversiones empresariales en los últimos años y, en muchos sentidos, el mundo se ha acelerado para cumplir con nuestras estrategias».
Antes de la pandemia, FedEx luchaba por ganarse la confianza de los inversores. La mayor preocupación que los ha mantenido alejados ha sido el actual problema al que su negocio europeo se enfrenta tras la costosa adquisición del servicio de mensajería holandés TNT en 2015. Ese acuerdo no logró desbloquear el valor que los inversores esperaban.
Los desafíos de integración y la desaceleración de la economía europea habían suscitado dudas en torno a los beneficios del acuerdo de TNT, y algunos analistas cuestionaron la prudencia de este importante acuerdo. Pero la crisis sanitaria mundial ha cambiado la dinámica, dando a la administración una ventana de oportunidad para dar la vuelta al negocio.
Las acciones de FedEx han subido más de un 30% en los últimos tres meses, así que los analistas están adoptando una postura más alcista. De hecho, el 71% de ellos asignan una calificación de compra a sus acciones, según FactSet. Barclays mejoró la semana pasada su calificación de las acciones a sobreponderadas, citando «una abundancia de oportunidades de crecimiento» ligada a la expansión del comercio electrónico.
Las acciones de FedEx cerraron el martes en 301,45 dólares, avanzando casi un 1,5% en el conjunto de la jornada.
UPS: Enfrentándose a presiones de costes
En muchos sentidos, la historia de UPS no es diferente. La compañía está idealmente posicionada para beneficiarse del auge del comercio electrónico y tal vez concordarán mejor con los clientes debido a sus fuertes operaciones terrestres.
Pero si nos fijamos en el rendimiento de las acciones de la compañía en los últimos tres meses, es obvio que los inversores prefieren a FedEx por encima de UPS. Las acciones de una y otra divergieron a principios de septiembre, cuando FedEx continuó su trayectoria ascendente, mientras que UPS ofreció una peor actuación.
Las acciones de UPS cerraron el martes en 166,39 dólares, bajando un 0,64% en el conjunto de la jornada.
El principal factor que pone nerviosos a los inversores con respecto a UPS son los crecientes costes de la compañía, que están aumentando los márgenes. Los márgenes de beneficio se verán sometidos a una nueva presión este trimestre a medida que la compañía aumente los gastos para manejar el volumen de la temporada alta.
La directora ejecutiva, Carol Tome, que tomó las riendas en junio, dijo a los inversores en octubre que tendrán que esperar hasta el próximo año para que los márgenes de beneficio mejoren en la unidad de Estados Unidos, donde un aumento de las entregas de comercio electrónico está impulsando el gasto.
En contraste, FedEx ha tenido éxito a la hora de mantener un control de los costes con una combinación de recortes de empleo, reducción de la compensación de incentivos, retirada de aeronaves y retrasos en algunos proyectos de inversión planificados.
Estas preocupaciones tienen a Wall Street dividido sobre el potencial de UPS: el 54% de los analistas asigna una calificación de compra a las acciones, el 27% se mantiene neutral y el 19% asigna una calificación de venta. Los analistas de Morgan Stanley dijeron la semana pasada que UPS se enfrenta a «amenazas seculares competitivas» que podrían lastrar su negocio orientado al consumidor.
En conclusión
Tanto FedEx como UPS se están beneficiando del aumento de los pedidos de comercio electrónico en 2020 y hay pruebas sólidas de que esta tendencia no va a cambiar. En general, FedEx ha ofrecido un mejor rendimiento, ya que está logrando mantener sus costes bajo control, incluso cuando aumenta el volumen de pedidos. UPS, por otro lado, está luchando para reducir costes y mejorar sus márgenes.
Haris Anwar/Investing.com
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