El primer día de vacunación en Reino Unido (también llamado “día V”) fue auspicioso para los mercados. La bolsa de Nueva York sigue teniendo sesiones positivas, y los futuros de los índices bursátiles se mantienen cerca de máximos históricos.
A la vez, la onza de oro recupera posiciones velozmente, y se prepara para superar los 1900 dólares nuevamente, lejos aún de sus máximos históricos de 2075 dólares de agosto, pero sí con signos de fortaleza luego de su gran caída de las semanas anteriores. Todo indica que la cota de 1900 dólares no tardará en ser vulnerada.
La libra esterlina, en tanto, fluctúa como en sus mejores días, aunque no lo son. La cuestión del Brexit está por definirse (o no) y el plazo límite del 31 de diciembre está a la vista. Una versión del gobierno británico acerca de un avance decisivo le dio forma a un alza de mediana intensidad a la libra durante la mañana del martes, pero el impulso se apagó cuando la Unión Europea avisó que nada de ello había ocurrido. La pregunta a responder ahora es hasta donde puede subir la libra si hay acuerdo, y hasta donde puede bajar si no lo hay. Es, tal vez, el principal interrogante del año en materia de movimientos de las monedas principales.
El euro se mantiene, sin muchos cambios, en torno a 1.2100, a la espera de las definiciones del Banco Central Europeo del jueves. Conociendo la reacción de los funcionarios de la entidad apenas el euro supera 1.2000, se supone que el mensaje que enviarán esta vez no será alentador. Sobre todo si se tiene en cuenta que la pandemia arrasa toda Europa, y que más allá de la esperanza que trae la vacuna, falta mucho tiempo para que la misma retroceda en forma decisiva. Fácil es suponer que no les causa gracia ver al euro en estos niveles. Tampoco cuesta mucho imaginar que mágicamente el euro puede crecer en las próximas horas, para ceder fuerzas el jueves cuando Christine Lagarde, titular del BCE, comience a hablar.
La sesión del miércoles tiene como ingrediente principal la decisión de política monetaria del Banco de Canadá. Sin cambios en los tipos de interés, la cuestión pasa ahora por ver si el Loonie es capaz de mantenerse en máximos de más de dos años como lo ha hecho en estos días, o si el comunicado del BoC lo hace retroceder. Todo indica que esto último es lo que va a suceder.
Por lo demás, nos espera una sesión americana de movimientos moderados, tal como lo fue la del martes. El yen puede torcer su balanza alcista a favor del dólar esta vez al quiebre de 104.70, aunque por ahora luce como una posibilidad lejana. También convendrá seguir de cerca a la plata y al platino: la plata, en línea con el oro, puede apuntar alto; el platino, que viene de máximos de más de un año y una posterior corrección, también podría retomar su tendencia alcista, y buscar los máximos mencionados en 1080 dólares, e incluso superarlos en las próximas sesiones.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el jueves.