The New York Times realizaba esta semana una reflexión interesante: «los precios del petróleo han caído en picado y, sin embargo, las ventas de automóviles están en niveles récord y los funcionarios de la Reserva Federal están expresando su confianza en que la economía está en alza.
Pero la realidad es que la economía estadounidense definitivamente se ve débil, aunque si sólo se mira a través del prisma de la contratación y el empleo, la economía parece sorprendentemente fuerte.
La realidad es que es un verdadero misterio cómo se puede tener cerca de 300.000 nuevos puestos de trabajo creados en diciembre con la economía creciendo un 1 por ciento o menos, no podemos tener esta discrepancia por un largo período de tiempo.
Todo ello ha hecho crear un concepto para definir la actual economía norteamericana: estancamiento secular».
Y ya el tema de la subida de los tipos de interés comienza a crear serios debates y dudas. Fíjense que ningún otro banco central en el mundo desarrollado que elevó las tasas desde la crisis de 2007 a 2009 ha logrado sostenerlas al nivel más alto. Esto incluye a los bancos centrales en la zona euro y los de Suecia, Israel, Canadá, Corea del Sur y Australia.
La FED ha de poder transmitir el mensaje a los mercados de que las subidas de tasas serán lentas y graduales, que la época del crédito barato terminó, y todo ello sin provocar temores ni menos que afecten al devenir de su economía.
The Wall Street Journal piensa que varias causas podrían obligar a la FED a recortar las tasas de nuevo: una crisis en mercados internacionales, una inflación persistentemente baja, alguna nueva burbuja financiera que golpee la economía, y la pérdida de impulso de un ciclo expansivo.
Tenemos el antecedente del Banco Central Europeo en el 2011 cuando subió los tipos de interés al momento que la FED estaba en el contexto de un programa de flexibilización cuantitativa. La realidad es que la economía de la zona euro no puedo aguantarlo, los mercados bursátiles cayeron con fuerza y el BCE tuvo que desistir recortando los tipos en la recta final del mismo año.
Es cierto que el Banco Central Europeo, el Banco de Inglaterra y la FED han realizado movimientos semejantes desde que existe el euro. Hace 16 años las tres entidades subieron los tipos y años después los bajaron. Entre 2006 y 2007 volvieron a subirlos y finalmente a bajarlos. Pero la FED ha sido la primera en romper la baraja y la entidad británica que tenía en mente subirlos en 2016 ya no lo tiene tan claro (su economía ya no crece como se esperaba, el temido referéndum por el Brexit seguramente este verano). Mientras, Mario Draghi ni se lo plantea por el momento.
Para evaluar la situación de los mercados bursátiles europeos hay que acudir siempre al futuro Eurostoxx. Desde comienzos del pasado mes de diciembre se encuentra en tendencia bajista, siendo la última señal de debilidad la pérdida del rango del canal ascendente que se produjo a primeros de este mes de enero.
El soporte sólido se encuentra en los 2850 puntos, de manera que si llegase el precio habría que vigilar por si permite un rebote o impulso al alza.
Prácticamente desde mediados de este mes hemos entrado en sobreventa como se puede apreciar en el gráfico. Generalmente es un síntoma de que el precio debería de rebotar al alza, como ya sucedió la vez anterior (mediados de diciembre).
Tiene la primera zona de resistencia en 3520, nivel que el día que llegue el precio seguramente no podrá romperla en los primeros intentos y rebote a la baja.
Ismael de la Cruz
ismaeldelacruz.es