La era digital en la que estamos inmersos tiende a digitalizar absolutamente todos los procesos que hace años nunca nos hubiésemos planteado hacer de otra manera. Quién sabe si dentro de diez años seguiremos comunicándonos, trabajando o formándonos de la manera en que lo hacemos actualmente, o si por el contrario estaremos rodeados de robots que se encargarán de hacer todo por nosotros. A pesar de que el mundo es hoy un poco mejor que siglos atrás, este futuro incierto genera miedo y esperanza a partes iguales, pues además la velocidad de innovación se va incrementando año tras año y cada vez son más las empresas que están optando por introducir la automatización en su plantilla.
Los robots permiten ahorrar a las empresas cantidades considerables de tiempo y dinero. Incluso se ha comprobado que son quince veces más eficientes que los seres humanos y ofrecen una oportunidad de reducción de costes del 15% al 90%. Una evaluación de las organizaciones que han implementado la automatización sugiere que la mayoría se centran en aumentar la eficiencia y la efectividad de su fuerza de trabajo en lugar de eliminarla. Por tanto, es impensable que se produzca un nuevo movimiento ludita, pues de hecho, los trabajadores al quedar liberados de tareas rutinarias podrán reorientarse hacia mejorar la calidad y la productividad real de su trabajo, desempañando actividades más valiosas y gratificantes.
En los últimos años, las empresas están centrando su atención en dar sentido a sus departamentos financieros, impulsando el crecimiento y la innovación, ya que se trata de un sector clave de la empresa a la hora de determinar costes y gestionar los riesgos, y genera una gran preocupación en los directivos, especialmente cuando el organigrama se va expandiendo, las áreas de influencia van creciendo y en consecuencia las ventas se van multiplicando. Es por esto por lo que poder controlar de una manera exacta los estados financieros de nuestra empresa ya no se contempla como una opción, sino que aquellos equipos que no evolucionen a la par que lo hace el resto acabarán quedándose obsoletos.
Es posible que te preguntes cómo automatizar el flujo de gastos y la previsión financiera, y como cabe esperar, lo primero y fundamental consiste en tener un plan concreto al que se ciñan metas y objetivos claros que se vayan actualizando en función de la situación de la empresa, hacer un buen registro de los ingresos y gastos, elaborar un presupuesto que se ajuste a lo esperado y establecer rigurosos controles que verifiquen el cumplimiento del plan inicial. Sin embargo, realizar manualmente un seguimiento de todos estos pasos puede ser tedioso, y es por ello por lo que entidades bancarias como Qonto han desarrollado servicios complementarios como Qonto Connect para sus cuentas de negocios, con los que facilitan el acceso a todo el historial de movimientos de la empresa para tener las previsiones financieras siempre al día.
La automatización contable ofrece ventajas muy interesantes desde el punto de vista directivo, pues además de contar con un software sencillo para evitar perder tiempo en aprender a manejarlo, permite vigilar, comprobar y contrastar la situación de la empresa en todo momento y con un solo click, por no hablar del nivel de seguridad que nos brinda, pues ejecuta continuas copias de seguridad blindando nuestros estados financieros para protegerlo de posibles ataques informáticos que atenten contra la reputación de nuestra compañía.