El BCE adopta una postura relajada sobre la apreciación de la moneda común. El comunicado de ayer del Banco Central Europeo fue más optimista de lo que tanto nosotros como el mercado habíamos previsto.
De manera algo contradictoria, esta visión del Consejo de Gobierno sobre la inflación no se reflejó en las previsiones del banco. De hecho, el BCE sigue apuntando una inflación general del 0,3% en 2020 (sin cambios respecto a las previsiones de junio), y espera que el incremento de los precios se acelere hasta el 1,0% en 2021 (frente al 0,8% previsto anteriormente). Según el banco, los riesgos de deflación en realidad han disminuido desde la reunión de junio, lo que podría ser una consecuencia del repunte -mayor de lo previsto- que se ha producido en la economía mundial desde el punto álgido de la crisis del Covid-19.
El pronóstico del PIB para este año se revisó ligeramente al alza (de -8,7% a -8,0%), en línea con la “significativa recuperación” observada en la demanda interna. Según Lagarde, que la recuperación continúe sigue dependiendo en buena parte de la evolución de la pandemia, y el reciente incremento de casos que se están registrando en el bloque representan un factor adverso para las perspectivas a corto plazo.
Gráfico 1: Previsiones del PIB del BCE [% anual] [Septiembre 2020]
El BCE también parece mostrarse mucho más relajado con la reciente fortaleza del euro de lo que habíamos previsto. Aunque Lagarde aseguró que el Consejo de Gobierno analizó la apreciación del euro durante su reunión, no hubo intención de hablar del valor de la moneda durante su rueda de prensa.
Sin embargo, señaló que el banco ‘seguiría de cerca’ la reciente apreciación del euro, con los miembros del BCE de acuerdo en que no había necesidad de reaccionar de forma exagerada a los últimos repuntes de la moneda. Creemos que este enfoque -mucho más relajado y sin intervención- del BCE en el repunte del euro motivó en gran medida la reacción inmediata del mercado de divisas, que vio el par EUR/USD subir brevemente por encima del 1,19.
Gráfico 2: EUR/USD (10/09/20)
Por último, no hubo signos de que el banco se esté preparando para un aumento de su programa de compra de activos por ahora. Lagarde simplemente señaló que en la reunión no se abordó la ampliación del PEPP. Sin embargo, disipó la duda de que no se pueda utilizar todo el programa de compras de activos, afirmando en la rueda de prensa que el PEPP “probablemente se utilizará en su totalidad”. Esto no fue suficiente para disuadir a los “toros” del euro, que enviaron a la moneda a su posición más fuerte frente al dólar en algo más de una semana.
A pesar de la postura adoptada por Lagarde, creemos que el hecho de que la fortaleza del euro se debatiera en la reunión de ayer hace ver que la reciente apreciación de la moneda será un ligero motivo de preocupación para las autoridades, lo que amplificaría que la inflación siga siendo negativa durante más tiempo y que el euro siga registrando ganancias en términos trade-weighted.
Dada la ausencia de presiones inflacionistas, seguimos pensando que no se puede descartar un nuevo aumento de los estímulos en los próximos meses, aunque las comunicaciones de ayer restan posibilidades de que esto suceda antes de que finalice el año. Por ahora, creemos que los inversores se verán animados por la tolerancia del BCE a un euro más fuerte y que se pueden obtener más ganancias a corto plazo para la moneda.