A pesar del drástico cambio del S&P 500 desde los mínimos de marzo, no todos los sectores han participado en el repunte. Las acciones bancarias de Estados Unidos están entre las que más dinero han perdido.
Los inversores han rechazado las acciones de las instituciones financieras este año ante las preocupaciones en torno a que una de las peores recesiones de la historia de Estados Unidos aplastará la rentabilidad y resultará en un aumento de las pérdidas en préstamos. Aunque ha habido una mejora considerable de las previsiones económicas generales desde el brote de la pandemia, las acciones bancarias siguen sufriendo.
Como muestra de lo duramente que se han visto perjudicadas las acciones bancarias, el índice KBW NASDAQ Bank ha caído más de un 30% este año. De cara al futuro, los inversores sólo tienen que tener en cuenta el último cambio de política monetaria de la Reserva Federal sobre los tipos de interés para determinar cuánto tiempo tardarán la mayoría de los bancos en ver cómo sus ganancias regresan a los niveles prepandémicos.
Según los medios de comunicación, la Fed ha aprobado por unanimidad una nueva estrategia que dejará de lado de forma efectiva la práctica que ha seguido durante más de tres décadas de elevar preventivamente los tipos de interés para evitar una inflación más alta.
En la renovación más ambiciosa del marco de políticas monetarias de la Fed desde que se aprobara por primera vez en 2012, la nueva dirección probablemente mantendrá los tipos de interés en niveles bajos los años venideros, ya que el banco central permite que la inflación a veces funcione más rápido de lo que tradicionalmente se había permitido.
Descenso de los ingresos por intereses
Un entorno económico que apoye los tipos de interés bajos durante un largo período de tiempo no es propicio para los beneficios bancarios, que se basan en capturar el diferencial entre lo que ganan en préstamos y lo que pagan por los depósitos, lo que se conoce como ingresos netos por intereses.
Ese argumento encaja particularmente con los prestamistas que no tienen operaciones comerciales diversificadas, como el trading y las fusiones y adquisiciones. Entre los principales bancos estadounidenses, Wells Fargo (NYSE:WFC) está en una posición débil para lograr una recuperación.
Lastrado por estas presiones, el tercer banco más grande de Estados Unidos ha registrado la primera pérdida trimestral desde la crisis financiera de 2008 en julio. Durante el período, sus ingresos netos por intereses del segundo trimestre ascendieron a 9.900 millones de dólares, frente a los 12.100 millones de dólares del año pasado.
Con la Fed ahora firmemente decidido a mantener los tipos de interés más bajos, hay pocas esperanzas de que esta situación mejore en un futuro próximo, pues Wells Fargo no tiene operaciones comerciales en Wall Street que puedan compensar el debilitamiento en otros sectores.
2 bancos posicionados para destacar: JPMorgan Chase y Bank of America
Si bien las condiciones macroeconómicas siguen siendo desfavorables para los bancos, sigue habiendo algunos actores que podrían sobrevivir a esta recesión mejor que sus homólogos. JPMorgan Chase (NYSE:JPM) y Bank of America (NYSE:BAC) están entre ellos, debido a la fortaleza de su balance y la calidad de sus operaciones.
Por ejemplo, JPM vio aumentar sus ingresos al subir su unidad de mercados un 79% con respecto a hace un año, mientras que las comisiones de banca de inversión aumentaron un 91% en el segundo trimestre.
Bank of America, que ha caído casi un 26% en lo que va de año, ha registrado ganancias en el segundo trimestre que se vieron reforzadas por unos ingresos más fuertes de lo esperado procedentes de la banca de inversión y las operaciones con bonos. Los ingresos por operaciones con bonos han aumentado un 50% y los ingresos por operaciones con acciones un 7%.
En conclusión
Un entorno prolongado de tipos de interés bajos suele ser negativo para las acciones bancarias, ya que seguirá exprimiendo el diferencial en sus productos de préstamo. Dicho esto, algunos prestamistas están en una mejor posición debido a sus operaciones diversificadas y sólidos balances. Las de JPM y BAC son algunas de estas acciones.
Haris Anwar/Investing.com
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