Luego de un cierre de mes por demás movido, los mercados inician el segundo semestre de este turbulento 2020. Al cabo, y si se excluye el “detalle” de que el primer trimestre fue uno de los peores de la historia para la bolsa de Nueva York, el segundo fue el mejor en 22 años. Los futuros del Nasdaq 100, por caso, llegaron a sus máximos históricos en dos oportunidades, en tanto el Dow Jones y el S&P 500 recuperaron casi un 70% de sus pérdidas de febrero y marzo.
Los mercados se mueven con cambios de ánimo repentinos, y diríamos que justificados. Por caso, el presidente de la Fed, Powell, dijo el martes que será necesario un nuevo estímulo por parte de la entidad para salir de la crisis actual, lo cual generó euforia en la bolsa. Pero la preocupación por los nuevos contagios, que al decir de algunos especialistas pueden parecerse a los de la primera ola de la enfermedad, pesa decisivamente sobre los inversores.
Ello explica algunos movimientos algo inhabituales en los mercados. La bolsa crece, pero también lo hace el oro. El metal precioso parece imparable en estos días, sin una explicación única que justifique su rally. Sí es seguro que la emisión de dinero por parte de todos los bancos centrales generará efectos inflacionarios, y el oro luce como una alternativa muy interesante. Algunos bancos de inversión prevén una duplicación de su precio para dentro de unos 18 meses.
Pero el oro es a la vez sumamente volátil, y cualquier corrección puede provocar problemas en los operadores intradiarios. El nuevo récord multianual del oro, que lo llevó en las primeras horas de este miércoles a 1788 dólares, pone en posición de sobre compra al metal, y se torna inminente una corrección bajista de importancia. Aún le queda un objetivo claro por delante: 1795 dólares, el máximo de octubre de 2012. Sobre dicho nivel, 1820 dólares será la próxima parada importante.
Las divisas principales, en tanto, se mueven con tonos mucho más cautelosos. Llama la atención el comportamiento dispar del euro y la libra esterlina ante el dólar, aunque son situaciones que no duran mucho tiempo. El euro estrecha su rango de precios de los últimos días, y el quiebre de 1.1190 podría determinar una baja importante de su precio. En cambio, la superación de 1.1155 cambiaría su actual tono bajista de corto plazo.
La libra esterlina, por su parte, logró recuperarse con fuerza el martes, y cotiza al momento a 1.2400, quebrando en este preciso momento una línea de tendencia bajista medida en el gráfico de 4 horas. Claro que debe confirmar dicho quiebre con una apertura de vela posterior, y unos cuantos puntos por encima de la línea, en cuyo caso tendrá vía libre para acercarse a 1.2500 en pocas horas.
El yen también se ve recuperado, y frenó su alza, por ahora, en una línea de tendencia alcista en el par USD/JPY en 107.48, contra la cual se apoya en estos momentos. No parece fácil el quiebre de esta línea: algunos indicadores muestran cierto agotamiento en la caída del precio, y la misma no ha sido vertical.
El mes se inicia con dos datos de suma importancia: la encuesta ADP de empleos privados, una medición que suele anticipar la que emite el Departamento de Trabajo, y sobre la cual se espera que se hayan creado unos 2.85 millones de puestos de trabajo en el sector. La publicación será a las 8:15 del este.
Por otro lado, se dará a conocer el ISM de manufacturas, que podría quedar a las puertas de los 50 puntos, cuya superación marcaría el inicio de la expansión de un sector que abarca el 15% del PBI estadounidense, pero que es un verdadero termómetro de la economía.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el jueves, buen inicio de mes.
Adrián Aquaro
Trader College