La fuerte caída que sufrió la bolsa de Nueva York el jueves puede considerarse de distintas formas, aunque creemos que no hay discusión en cuanto a su previsibilidad. Después de una semana que pareció extraída de meses atrás, como fue la anterior, ya desde el martes comenzó a gestarse una corrección de buena magnitud, que terminó por desencadenarse el jueves, en medio de un cambio de humor en los mercados.
¿Empeoró la situación de la economía desde el lunes hasta el miércoles? ¿La Fed se mostró especialmente pesimista o negó ayuda? ¿Se tensó el conflicto con China? ¿El presidente Trump tomó alguna de sus insólitas decisiones o dijo algo fuera de lugar? ¿Se volvieron violentas las protestas anti discriminación? Claramente, nada de ello sucede. Lo que sucede es lo mismo que ocurre cada vez que los mercados estiran sus ganancias a los límites posibles: caen violentamente y en pocas horas.
El canal en que ingresó el Nasdaq semanas atrás tuvo un quiebre alcista, y la continuación de un canal en la misma dirección suele ser la mejor alarma para avisar que la tendencia cambia. El euro, la libra esterlina, el dólar australiano, el dólar canadiense, hicieron lo mismo. Solo era cuestión de tiempo.
Pero no todo está tan mal. Los futuros de los índices de Wall Street siguen cayendo, pero como decía el viejo Charles Dow, en una suerte de “fase de desánimo”, con una baja más lenta que la enfurecida venta masiva de la víspera. Los futuros del Dow Jones se apoyaron en el 61.8% de la baja febrero – marzo, la misma que en su hora venció al alza como si no existiera. En el mismo nivel, en la zona de 25130 puntos, aparece su línea de tendencia alcista del gráfico diario. Es probable -todo es probable en los mercados- que la quiebre, pero no parece que ello vaya a suceder en las próximas horas.
Al tiempo, las monedas principales también ceden posiciones. El euro cayó a 1.1275, pero se recupera ahora para cotizar a 1.1324, aunque con tendencia neutra en el gráfico de 4 horas. Los indicadores de dicha temporalidad ayudan al euro, pero solo el quiebre de 1.1345 le dará impulso alcista, en cuyo caso 1.1375 y la zona de 1.1400 serán las resistencias a seguir.
La libra esterlina, en tanto, cayó con mayor intensidad ante el dólar, pero también se recupera con fuerza. Cotiza a 1.2628 en estos momentos, y si logra superar 1.2665 podría volver a tener aspiraciones alcistas en las próximas horas.
Por su parte, el yen regresa de sus máximos de 106.53, y por ahora se detuvo en el 23.6% de 109.83/106.53, pero todo indica que seguirá cayendo desde el actual 107.16. La zona de107.80, 38.2% de la misma baja aparece lejos en el horizonte, con una parada intermedia en 107.55
La apertura de las plazas europeas le devuelve tranquilidad a quienes apuestas por las acciones. Los mercados de Londres y Frankfurt abren al alza, repercutiendo positivamente en los futuros de Nueva York. Al cabo, la caída fue una pausa, imprescindible en medio de una sobre compra ya insostenible. No hay que esperar, de todos modos, máximos históricos nuevos. Creemos que vienen tiempos difíciles para los mercados de bolsa, que el dólar va a tomar una gran fuerza, y que solo a mediados del tercer trimestre habrá un alivio para los papeles principales y para las divisas líderes.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, y un muy buen y reparador fin de semana, nos reencontramos el próximo lunes. Hasta entonces.
Adrián Aquaro
Trader College