La confianza oscila y sigue determinando el rumbo de las acciones; el oro, a punto de repuntar
- Los inversores confían en una rápida recuperación económica
- Los mercados siguen prestando atención a las buenas noticias mientras ignoran las malas noticias
- No está claro el análisis de si el mercado actual es alcista o bajista
Después de una semana volátil, durante la cual los mercados han oscilado a diario entre la aversión y el interés por el riesgo, las acciones de Estados Unidos han cerrado la semana en su punto más alto desde la semana que concluía el 6 de marzo.
La confianza de los inversores ha oscilado igualmente entre el optimismo debido a una economía de reapertura y el pesimismo al confirmarse que los casos de COVID-19 a nivel mundial han ascendido a 5 millones y la cifra de muertos de Estados Unidos se acerca a los 100.000. A las preocupaciones defensivas se une el resurgimiento de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China.
El petróleo ha subido por cuarta semana consecutiva y el dólar gana posiciones.
La recuperación económica ya se ha tenido en cuenta en los precios
Para el S&P 500, la semana pasada fue su mejor en un mes. El índice de referencia añadía un 3,2% a su repunte, con todos los sectores excepto el sanitario (-0,8%), en verde. El de Industriales, que gana un 7,4% y el de energía, que se apunta un 6,9%, han superado la actuación de la media.
El índice de referencia cerró con un alza del 32,1% desde que tocara fondo el 23 de marzo, resultado de tres factores principales: 1) la anticipación de una vacuna para el coronavirus (2) la esperanza de que la reactivación de la economía conduzca a una recuperación del crecimiento y (3) estímulos gubernamentales sin precedentes. Todo esto ha eclipsado el rifirrafe comercial que se está fraguando y unos devastadores datos económicos, incluyendo el peor mercado laboral desde la Gran Depresión —la cifra de las solicitudes iniciales de subsidio por desempleo de Estados Unidos de la semana pasada ha ascendido a casi 40 millones.
El 20 de mayo, el SPX registró nuevos máximos, disipando la posibilidad de un doble-techo, tras dejar atrás una posible parte superior del gráfico de cabeza y hombros. Sin embargo, eso no significa que el mercado no pueda formar un techo más elevado, usando la línea de escote original. Por lo general, los techos tardan meses en desarrollarse.
La pregunta es si un gran repunte en medio de tanta incertidumbre, respaldado por poco más que esperanza, es una receta para la satisfacción futura de los inversores o una posible conflagración del mercado. Aun así, parece que el mercado de acciones está dispuesto a tolerar las malas noticias, y de hecho, pasar superarlas una y otra vez.
Los precios del mercado vienen determinados por las previsiones de los inversores y está quedando muy claro que los inversores ya han superado los devastadores datos económicos y ya están fijando los precios en función de la recuperación prevista. Entonces, ¿en qué momento el mercado ha incluido en sus cálculos una recuperación? ¿Y cuándo se volverán bajistas los traders —si no ven uno—y comenzarán la estampida en la otra dirección?
Todo apunta a que el mercado espera que la recuperación se haga evidente durante la segunda mitad del año y en 2021, cuando una vacuna y los tratamientos para el COVID-19 ayudarán a reducir significativamente —y eventualmente aniquilar— el número de casos y muertes notificados en todo el mundo, todo lo cual, por supuesto, acelerará aún más los progresos de reapertura de la economía.
Sin embargo, no sabemos nada de esto con seguridad. Es pura especulación de mercado. De hecho, es poco probable que lo sepa nadie.
Entonces, ¿estamos en un mercado bajista o alcista?
Uno de los indicadores, el movimiento al alza del 20% desde los mínimos de marzo, nos inclina hacia un mercado alcista en este momento.
Pero otro indicador tradicional de Wall Street sugiere que sigue siendo un mercado bajista, al menos hasta que las acciones registren nuevos máximos por encima del pico anterior de febrero. Otro indicador para un nuevo mercado alcista habría supuesto un cambio en el liderazgo del sector. Hasta ahora, las mismas grandes acciones tecnológicas que llevaron a las acciones a nuevos máximos antes de la pandemia continúan encabezando este repunte.
En cuanto a los inversores, el 68% de los que participaron en la encuesta mensual de gestores de fondos globales de Bank of America consideran que el repunte actual es un repunte del mercado bajista. El principal estratega de inversión bancaria, Michael Hartnett, ha dicho que el repunte está «divorciado de la realidad», refiriéndose a ello como «mercados falsos».
En resumen: no estamos seguros de cómo llamar a esto. O bien es el «repunte de mercado bajista» más fuerte de los últimos 75 años y la mayor subida de dos meses del S&P 500 desde antes de 1991, o es un nuevo mercado alcista. No vamos a averiguar lo que está pasando en este momento, sino que más bien intentaremos ir por partes.
Además, cabe destacar: el Dow Jones no registra nuevos máximos desde el 29 de abril.
Además, a pesar de que el índice de megacapitalización ha ido subiendo, el volumen ha ido disminuyendo, poniendo un signo de interrogación sobre la viabilidad de su trayectoria ascendente.
El rendimiento de los bonos del Tesoro, incluso a 10 años, ha oscilado durante el mes de mayo, manteniéndolos sin cambios durante el mes.
Sin embargo, han estado convergiendo si se miran las cifras desde principios de abril. ¿Están equilibrados los tipos, o los bancos centrales simplemente fijan los precios del Gobierno y los bonos corporativos, como sostiene Hartnett de Bank of America, por encima?
El dólar se disparó el viernes, registrando un segundo día de ganancias.
El dólar repunta apartándose de la MMD 100, que ha estado protegiendo la parte inferior de un triángulo simétrico cuyo movimiento anterior al alza y a la baja no da ninguna pista sobre la dirección del siguiente repunte.
Sorprendentemente, el oro subió el viernes, incluso cuando el dólar y las acciones subían también.
Desde un punto de vista técnico, el metal precioso repuntó en la parte inferior de una bandera descendente, alcista tras el repunte anterior, que es en sí mismo un repunte al alza de un patrón alcista mayor, un triángulo simétrico. Sumándose a la potencia del movimiento, tenemos un repunte al alza mayor de un patrón de continuación dl gráfico de cabeza y hombros.
En total, tres patrones alcistas seguidos, cada uno de los cuales promete individualmente un repunte continuo. Este hat trick justifica una potente oleada. ¿Niega esto la posibilidad de un repunte continuo de las acciones, o disminuye la posibilidad de un repunte al alza del billete verde? Es difícil de decir. Tal vez todo suba al unísono como sucedió después de que Donald Trump entrara en la Casa Blanca. Por supuesto, siempre existe la posibilidad de que seamos testigos de un fracaso colosal del triple patrón alcista.
Aunque el mástil del banderín del bitcoin fracasó, se mantuvo por encima de la parte inferior de un canal ascendente desde los mínimos de tres días registrados en marzo.
Eso confirma el nivel de apoyo y también justifica un banderín más grande. Un repunte al alza indicaría una reanudación de la tendencia alcista.
El petróleo subió por sexta jornada el viernes.
A nivel técnico, estamos desconcertados. El precio podría haber formado un caso de libro de fondo en forma de V. Por otro lado, eso incluiría precios negativos, algo que los desarrolladores del análisis técnico no podrían haber tenido en cuenta. Ergo, no tenemos experiencia previa de este fenómeno ni ninguna estadística a la que recurrir. Los inversores prudentes probablemente esperarían un retroceso, y luego esperarán hasta que la materia prima registre máximos más altos, para establecer una tendencia alcista de pico y valle.
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