Los mercados experimentaron otra semana de extrema volatilidad la semana pasada por las caóticas órdenes y contraórdenes procedentes de la administración Trump.
Durante el fin de semana, se concedió a China una exención en materia de dispositivos electrónicos, aunque, como es característico, los miembros de la administración de Trump lanzaron mensajes incoherentes sobre estas medidas. Salvo alguna excepción, todas las grandes divisas del mundo se fortalecieron frente al dólar la semana pasada, en un entorno de máxima volatilidad.
Los movimientos de los mercados dependerán de si perdura este preocupante fenómeno, en el que todos los activos estadounidenses suben o bajan a la par (típico entre los mercados emergentes), o si se restablece la cordura en la Casa Blanca y vuelve la fe de los inversores. En circunstancias normales, esta semana hablaríamos del mercado laboral y de la inflación en el Reino Unido, así como de la reunión del BCE del jueves, pero todos estos temas se verán eclipsados por las noticias procedentes de Washington. Dicho esto, seguiremos de cerca el debate que tenga el BCE sobre el caos en los mercados, la guerra comercial de Trump y su previsible impacto en los recortes de tipos. No hay muchas dudas de que uno de esos recortes se producirá este jueves. Más difícil lo tendrá la Reserva Federal, a no ser que las dinámicas que estamos observando en los mercados últimamente se atenúen.
EUR
Los inversores miran al euro como el sustituto más natural del dólar como depósito de valor y refugio seguro, ya que tiene un mercado lo bastante amplio y líquido como para acoger la afluencia de inversores. Como era de esperar, la moneda común es la que mejor rendimiento está desempeñando en todo el mundo, después del franco suizo, desde el irónicamente denominado «Día de la Liberación». El tipo de cambio EUR/USD ha subido la friolera de un 5% desde el 2 de abril, y la diferencia entre el rendimiento de los bonos alemanes a 10 años y el de los estadounidenses se ha disparado unos 50 puntos básicos en el mismo periodo.
Creemos que el repunte del euro y el caos generalizado en los mercados han sellado casi con total seguridad el recorte de tipos por parte del BCE en la reunión del jueves, tal y como refleja el mercado de swaps. Por tanto, la atención de los mercados se centrará en los comentarios que haga el banco sobre el camino a seguir en materia de política monetaria y el posible impacto de los aranceles en la economía de la eurozona. Aunque los aranceles hacen muy probable que se produzcan nuevos recortes, es posible que el Consejo de Gobierno se abstenga de comprometerse con una senda explícita de tipos, dados los elevados niveles de incertidumbre.
USD
Aunque se fuesen a producir muchas publicaciones macroeconómicas esta semana, que no es el caso, los inversores acabarían ignorándolas. Ahora mismo el foco de atención está en las políticas comerciales caóticas que emanan de la Casa Blanca, donde cada vez es más evidente que se está produciendo una lucha por el control. Por un lado, tenemos el sector relativamente más ortodoxo liderado por el secretario del Tesoro, Scott Bessent y, por el otro, tenemos a algunos personajes más pintorescos cuya comprensión de lo que está pasando es cada vez más cuestionable, como Navarro o Lutnick.
Aunque el daño a la economía real no se manifestará hasta dentro de un tiempo, las encuestas de consumo ya muestran un dramático empeoramiento de las perspectivas de crecimiento y un aumento récord de las expectativas de inflación. El panorama es sombrío, pero la principal esperanza es que la mayor volatilidad del mercado persuada a Trump de escuchar a Bessent y deje de lado a sus asesores de dudosa idoneidad. Esto podría provocar un modesto repunte del dólar.
GBP
Nos ha sorprendido el bajo rendimiento de la libra esterlina frente a otras divisas europeas, en particular el euro. Al Reino Unido se le ha aplicado un arancel mínimo del 10%, y sus exportaciones de bienes a EE.UU. representan una pequeña parte de su comercio internacional, compuesto en mayor parte por exportaciones de servicios. Además, las cifras mensuales del PIB de febrero fueron mucho más elevadas de lo esperado gracias al buen desempeño del sector servicios, el industrial y el de la construcción. Este dato debería aliviar la presión que tiene el Gobierno de volver a subir los impuestos en otoño.
No creemos que el mal desempeño de la libra frente al euro se prolongue durante mucho tiempo porque la economía británica parece estar bien situada para capear el temporal arancelario. La brusca caída del tipo de cambio libra/euro refleja, en gran medida, la percepción que tienen los inversores de la divisa británica como una de alto riesgo. Sin embargo, si la cordura vuelve a la Casa Blanca, la libra podría disfrutar de un impulso al alza. La resiliencia de la demanda, la relativamente baja exposición a los aranceles y los elevados tipos de interés del Banco de Inglaterra nos llevan a considerar que la libra esterlina es la divisa más infravalorada en Europa Occidental.
JPY
La aparente pérdida de confianza en los activos estadounidenses como refugio seguro ha dejado la puerta abierta para que el yen se fortalezca. De hecho, ha superado a casi todas las divisas del mundo desde el 2 de abril, con la excepción del franco suizo. El movimiento USD/JPY, que la semana pasada se hundió por debajo del nivel de 144, se ha visto exacerbado por las apuestas del mercado a favor de una ampliación de los diferenciales de tipos entre EE.UU. y Japón. El IPP de la semana pasada superó las expectativas y no nos sorprendería ver un dato contundente en el IPC de marzo este jueves.
Sin embargo, ante la preocupación por el crecimiento mundial, es probable que el Banco de Japón adopte un enfoque prudente de momento. Las noticias sobre las negociaciones comerciales entre EE.UU. y Japón ocuparán un lugar central en las próximas semanas. Algunos medios apuntan a que Japón podría tener un puesto prioritario en las negociaciones comerciales. Cualquier noticia positiva, en este sentido, podría proporcionar más apoyo al yen en los próximos días.
CNY
El yuan se depreció frente a la mayoría de sus homólogos la semana pasada, aunque terminó la semana frente al billete verde casi al mismo nivel que la anterior. La escalada arancelaria continuó ya que EE.UU. aumentó los aranceles impuestos a China al 145%. Posteriormente, esta tasa se ha reducido (¿temporalmente?) debido a una exención sobre algunos productos electrónicos anunciada durante el fin de semana. Por su parte, China anunció el viernes un aumento de los aranceles a EE.UU., que ahora se sitúan en un 125%, pero adelantó que no los volverá a incrementar. Además, las autoridades chinas calificaron de «broma» los posibles aumentos de la tasa arancelaria que pueda llevar a cabo EE.UU. e instaron a Trump a abandonar esta estrategia comercial.
La guerra comercial entre las dos economías más grandes del mundo sigue siendo clave para los inversores y los movimientos del yuan seguirán determinados por ella. Los inversores también estarán atentos a los datos que se publiquen esta semana, incluido el PIB del primer trimestre (miércoles). Dada la posibilidad de que el crecimiento se vea impactado significativamente en un futuro próximo (aunque resulte difícil cuantificarlo), los mercados también estarán atentos a posibles indicios de que se vayan a introducir medidas adicionales para estimular la economía china.
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