Sentimiento de los inversores (AAII)
El sentimiento alcista, es decir,las expectativas de que los precios de las acciones subirán en los próximos seis meses, aumentó 2,5 puntos porcentuales hasta el 21,6% y está por debajo de su promedio histórico del 37,5%.
El sentimiento bajista, es decir, las expectativas de que los precios de las acciones caerán en los próximos seis meses, disminuyó 1,1 puntos porcentuales hasta el 58,1% y está por encima de su promedio histórico del 31%. Esta es la primera vez en la historia de la encuesta que el sentimiento bajista supera el 57% durante cuatro semanas consecutivas.
Estamos ante la mayor rotación de activos no vista desde 1999
Nos encontramos ante la mayor rotación de activos no vista desde el año 1999 (los datos disponibles son a partir de esa fecha).
Los gestores de fondos de inversión siguen pesimistas acerca de la Bolsa estadounidense y están disminuyendo su exposición a niveles de hace varias décadas, a la vez que se centran en acciones europeas.
Atento a estos datos:
– El nivel de liquidez de los fondos de inversión en acciones estadounidenses se ha incrementado del 3,5% en febrero al 4,1% en marzo, lo que implica la mayor subida en los últimos cinco años.
– La entrada de dinero en los fondos de inversión centrados en acciones europeas estás en el nivel más alto desde hace cuatro años, siendo el sector bancario y el de salud los preferidos por los gestores.
– El ratio cobre/oro no indica nada bueno. Este indicador se obtiene dividiendo el precio del cobre entre el precio del oro. Ya que el cobre está en 10.000 y el oro en 3000, sale 3,3. Si vemos los últimos 35 años esta es la cuarta vez que baja de 4 y los últimos antecedentes fueron la crisis económica mundial de 2008 y el coronavirus en 2020. Eso sí, en esta ocasión el ratio está un poco distorsionado por dos razones:
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El cobre en 2025 sube con fuerza, pero no es debido a que la economía esté boyante, sino a que los comerciantes se están apresurando a comprar y traer cobre a Estados Unidos antes de que Trump le imponga aranceles del 25% como ya hizo con el acero y el aluminio (se espera que entre 100.000 y 150.000 toneladas de cobre lleguen a EE.UU en las próximas semanas).
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El oro sigue fuerte y marcando continuos máximos históricos pero no porque haya miedo y temor entre los inversores, sino sobre todo por las masivas compras de los Bancos Centrales que buscan diversificar sus reservas estratégicas para no ser tan dependientes del dólar, puesto que vieron cómo se utilizó el billete verde como arma contra Rusia cuando invadió Ucrania.
Grandes cantidades de oro van de Londres a New York
Los precios de los lingotes en Nueva York y Londres suelen moverse igual. Pero los futuros de New York han subido más que los de Londres con la brecha superando los 50 dólares por onza este año.
La razón por la cual se está trayendo oro de Londres a New York es por el tema de los aranceles. De momento el pasado mes de enero se produjo una salida de oro de Londres que no se había visto en 12 años. Pese a ello no se va a quedar sin existencia, ya que es el segundo lugar del mundo con más lingotes, solo por detrás de la Reserva Federal de New York.
El oro de Londres llega a New York en vuelos comerciales sin que lo sepan los pasajeros. Se transporta una cantidad máxima, pero no porque su peso pudiese derribar el avión, sino porque las aseguradoras solo cubren hasta una cantidad concreta de oro.
En Londres, la mayor parte de las operaciones se realizan con lingotes de 400 onzas, cada uno con un peso de 12,5 kg y el tamaño de un ladrillo. La bolsa Comex de New York utiliza lingotes de 1 kg del tamaño de un teléfono inteligente. Esto significa que los lingotes que cruzan el Atlántico deben primero hacer escala en Suiza, sede de las refinerías de oro más grandes del mundo, para ser fundidos. En la industria, no tienen explicación sobre por qué New York y Londres siguen utilizando lingotes de oro de diferentes tamaños para sus contratos. Es cierto que Comex intentó lanzar un contrato de futuros para lingotes grandes de oro de 400 onzas durante la pandemia, pero no llegó a cuajar.
La disyuntiva de los diferentes bancos centrales
Hemos tenido una semana intensa con los bancos centrales. La mayoría mantuvieron estables los tipos de interés y solo uno los bajó:
Las autoridades de la Reserva Federal de EE. UU, el Banco de Japón, el Banco de Inglaterra, el Banco Popular de China y el Riksbank de Suecia mantuvieron estables los tipos de interés en la semana, mientras la política monetaria se encontraba en una situación complicada ante la incertidumbre económica mundial. Jerome Powell, de la Fed insinuó que tiene un par de recortes de tipos por delante en algún momento de este año.
El Banco Central Suizo recortó su tipo de interés en un cuarto de punto porcentual (0,25%) como era de esperar. Esto siguió a un recorte de 50 puntos básicos en diciembre y marcó el quinto recorte consecutivo desde marzo de 2024. Sin embargo, a diferencia de sus pares occidentales, la inflación en Suiza registró un apenas inexistente 0,3% anual en febrero, la más baja en cuatro años.
Antes de la semana, el Banco Central Europeo recortó el precio del dinero en 25 puntos básicos por quinta vez consecutiva, la sexta en siete reuniones, para dejar la tasa en el 2,5%, su nivel más bajo desde hace más de dos años.
Obviamente, no todos los bancos centrales se enfrentan a los mismos desafío:
China está intentando impulsar el crecimiento con diversos estímulos y medidas. El país registró un modesto crecimiento del 4% en las ventas minoristas en enero y febrero, frente al 3,7% de diciembre. Sin embargo, su índice nacional de precios al consumidor cayó el mes pasado un 0,7% (deflación) y las autoridades revisaron a la baja su objetivo anual del IPC. Si la inflación se mantiene débil, ya han anunciado que podrían empezar a estimular el gasto del consumidor con la esperanza de alcanzar el ambicioso objetivo de crecimiento del 5% este año.
El Banco de Suecia se mostró más cauteloso y anunció que su tipo de interés se mantendría estable de aquí en adelante.
El Banco de Japón espera subir los tipos de interés en algún momento de este año.
El Banco de Inglaterra se encuentra atrapado entre una inflación que alcanzó el 3% en enero, su máximo en 10 meses, y un crecimiento débil del 0,1% en el cuarto trimestre y comentó que la política monetaria deberá mantenerse restrictiva durante el tiempo suficiente para afrontar la incertidumbre de la política comercial mundial.
La Fed ve ahora que el crecimiento económico se situará en el 1,7%, frente al 2,1% proyectado en diciembre, y los precios subirán un 2,7%, frente al 2,5% previsto. Powell afirmó que la inflación ha comenzado a subir en parte como respuesta a los aranceles, pero la entidad aún prevé dos recortes de tipos este año.
Ismael De La Cruz/Investing.com
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