Las Minutas de la última reunión de política monetaria de la Reserva Federal dejaron en claro que los miembros del FOMC están preocupados por la inflación. En forma unánime votaron por mantener sin cambios la tasa de interés en el actual 4.5% y, confirmando los dichos del presidente Powell ante el Congreso la semana pasada, no están apurados por modificar el escenario actual.
Al margen de los factores que habitualmente mueven la inflación, la preocupación del FOMC está centrada ahora en las consecuencias de los aranceles que, en forma paulatina, viene implementando el gobierno del presidente Trump a la mayoría de las importaciones.
Trump postergó por un corto plazo los aranceles a las importaciones de Canadá y México, deteniendo a la vez la caída del dólar canadiense y el peso, pero mantuvo los que había impuesto a los productos chinos en un 10%. A la vez, ha señalado que impondrá aranceles a todos los países con los cuales Estados Unidos tiene déficit comercial, o con aquellos que tienen impuestos a las importaciones de ese país (de una u otra forma, casi todos los países se verían afectados).
La imposición de aranceles generará un rebrote inflacionario con consecuencias aun no palpables. Lo que es seguro es que si la Fed no baja la tasa próximamente, el dólar se verá ampliamente beneficiado, en momentos en que el resto de los bancos centrales sí lo está haciendo.
Estas preocupaciones se ven reflejadas en un nuevo aumento de los rendimientos de los bonos del Tesoro, que superan el 4.5%, en un alza del dólar en sus principales paridades, y en un nuevo máximo histórico del oro, que llegó a 2946 en la víspera, pero parece preparado para atacar la zona de 3000 dólares.
La onza no vio peligrar su tendencia alcista en momento alguno, aunque el cierre de la semana pasada parecía imponer una pausa. Sin embargo, el inicio de las conversaciones entre el presidente Trump y el líder ruso Putin para terminar la guerra en Europa del este no fue el más feliz y terminó dando un nuevo impulso alcista al metal precioso. El mandatario estadounidense culpó a Ucrania de provocar la guerra, poniendo en evidencia su falta de neutralidad y encendiendo los ánimos en Kiev, donde el presidente local, Sr. Zelensky, reaccionó de mala forma.
Respecto a las monedas principales, el euro se acerca a 1.0400, nivel que tocó el miércoles, paso previo a buscar 1.0330 como soporte muy importante para este jueves. Antes, la zona de 1.0365 oficiará de obstáculo. La moneda única sigue presionada después del recorte de tipos por parte del BCE, y por la fortaleza propia del billete.
La libra esterlina, en cambio, parece dar batalla ante el dólar, manteniendo un nivel cercano a 1.2600 en las primeras horas del jueves. Los datos de inflación de Reino Unido arrojaron un 3% interanual, lo cual podría motivar una pausa en los recortes del BoE en la próxima reunión. El EUR/GBP cotiza en sus mínimos de un mes y medio, y podría acercarse a los mínimos de diciembre en 0.8220 si el euro no levanta cabeza y la libra no cede.
Respecto al yen, opera en la zona de 151.15, cerca de 150.95, mínimo del año para el cruce USD/JPY. El quiebre de tal nivel llevaría al par a mínimos que no toca desde el 9 de diciembre, con el yen atacando con fuerza aun dentro de su poco habitual debilidad de los últimos tiempos. El objetivo del yen para el resto del día se ubica en 150.40.
La agenda de noticias incluye las peticiones semanales de subsidio por desempleo. Sin embargo, no faltan eventos, como los mencionados, que pueden generar movimientos poco previsibles. De allí es que es sumamente conveniente buscar posiciones de corto plazo.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el viernes.
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