Las distintas posturas de los bancos centrales respecto a sus próximas acciones de política monetaria están fortaleciendo al Dólar en buena forma ante las monedas principales.
Los datos conocidos en Estados Unidos desde mediados de septiembre hasta la fecha dan cuenta de un sólido crecimiento de la primera economía del mundo, lo cual anticipa que la Reserva Federal demorará más de lo esperado sus recortes de tipos de interés.
Algunos funcionarios del banco central ya hablan de mantener la tasa sin cambios en noviembre, después de un recorte del 0.5% que tuvo lugar el mes pasado.
Esta postura contrasta con los recortes sucesivos del Banco Central Europeo (el último fue la semana pasada y dejó la tasa de referencia en el 3.40%, reflejando el apuro de la Sra. Lagarde y su Comité por evitar una crisis económica en la Eurozona), y del Banco de Inglaterra, que ya inauguró sus recortes dos reuniones atrás, para dejarla al mismo nivel que la Fed, en el 5%. En el caso del BoE, los últimos reportes de inflación no le dejan mucha opción: deberá recortar fuerte en noviembre, con un costo de vida que, en términos interanuales, ya está por debajo del objetivo de la entidad que lidera el Sr. Bailey.
Esta situación lleva a los rendimientos de los bonos del Tesoro a máximos de varios meses, por encima del 4.2% en las notas a 10 años, dejando desguarnecido al Yen, que otra vez se ubica en mínimos de fines de julio.
En otras palabras, la situación se puede sintetizar mencionando que el mal trago que dejaron los datos de empleo y manufacturas de julio en Estados Unidos, el aumento de tipos de interés del Banco de Japón ocurrido días antes de tales informes, y el desarme del carry trade del vapuleado Yen ante otras monedas ya quedó neutralizado. Más resumido aún, todo lo que pasó en agosto, septiembre y parte de octubre quedó borrado de los mercados, y las monedas principales operan en niveles de inicios de agosto.
El que no para es el Oro. Lejos de los rendimientos de los bonos, de las tasas de interés y del ataque del dólar, la onza alcanzó, desde el 20 de agosto (dos meses atrás o unos 45 días hábiles) nada menos que 15 veces un máximo histórico.
Normalmente el Oro y el Yen van en la misma dirección; esta vez lo hacen en dirección contraria. El carry trade no aplica en este caso, al menos por diferenciales de tipos de interés, porque el oro no los tiene. Pero es bueno analizar esta circunstancia.
Al Oro lo siguen de cerca la Plata, en máximos de 12 años, y el Platino, en máximos de 4 meses. En cambio, el petróleo ha quedado rezagado, lejos del ruido que en su precio suelen generar los conflictos en Medio Oriente. La baja en la demanda global pesa más, aunque el gap que dejó en los 75 dólares (futuros del WTI) será cubierto en los próximos días.
La agenda de datos sigue siendo muy modesta, y solo el anuncio de política monetaria del Banco de Canadá podría tener efecto en los pares del Loonie. El resto del mercado mantendrá este miércoles un comportamiento similar al de la víspera: un dólar fuerte, sin muchas fisuras, con el Euro intentando no perder ahora la zona de 1.0800, con la Libra que buscar acomodarse sobre 1.3000, y el Yen penando por las continuas maniobras de los bancos y los fondos, sin que su banco emisor, el Bank of Japan, de alguna muestra de incomodidad.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el jueves.
Adrián Aquaro
Trader College