A día de hoy, el volumen total de activos en ETF de Bitcoin ronda los 50.000 millones de dólares. Los ETFs de ethereum (lanzados el pasado mes de junio) lograron captar 1.000 millones de dólares en su primer día, pero no acumula el ritmo de los ETFs del bitcoin.
Los inversores institucionales están siendo sin duda alguno los principales compradores de ETFs de criptomonedas, de hecho, suponen la mitad del volumen de los fondos cotizados de estos activos.
La regulación por parte de la SEC establece que los inversores titulares de más de 100 millones de dólares en activos gestionados están obligados a revelar sus participaciones cada trimestre. Gracias a ello, sabemos que:
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Goldman Sachs (NYSE:GS) tiene una exposición neta de alrededor de 420 millones de dólares
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Morgan Stanley (NYSE:MS) tiene una exposición de unos 203 millones de dólares.
El nuevo ciclo de la Reserva Federal bajando tipos de interés es un catalizador a favor de los activos de más riesgo, incluyendo a las criptomonedas, ya que los productos de inversión más conservadores ofrecerán rentabilidades más bajas (depósitos bancarios, cuentas remuneradas, etc), de manera que quien quiera rentabilizar su capital no tendría más remedio que virar hacia activos de mayor riesgo que a la postre ofrecen también un potencial de ganancia mayor (acciones, divisas, materias primas, criptomonedas).
El bitcoin tiene ahora la mirada puesta fijamente en las próximas elecciones presidenciales a la Casa Blanca en el mes de noviembre, y es que, en principio, no sería lo mismo si gana Donald Trump o Kamala Harris.
En efecto, en teoría una victoria de Donald Trump favorecería más a las criptomonedas en general y al bitcoin en particular, que si la victoria es de Kamala Harris. Las razones son:
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En la conferencia Bitcoin 2024 de Nashville, se comprometió a nombrar reguladores que apoyen las criptomonedas.
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También prometió convertir Estados Unidos en “la capital cripto del planeta y la superpotencia mundial del bitcoin”
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En la misma conferencia avanzó la idea de crear una reserva nacional de bitcoin, de hecho el fondo de pensiones de Jersey City tiene planes de invertir en bitcoin, como ya lo hace el estado de Wisconsin. La idea gustó mucho a los seguidores del bitcoin, puesto que si la Reserva Federal o el Tesoro compraran y mantuvieran una cantidad de bitcoin, como si fuese una divisa extranjera, impulsaría las criptomonedas ya que le estarían otorgando un grado de legitimidad bastante importante.
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Presentó el lanzamiento de la firma de criptodivisas World Liberty Financial, compañía en la que aparecen como socios sus hijos.
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Destaca su intención de nombrar un presidente de la SEC que favorezca a la industria.
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Ha prometido una regulación favorable para las monedas digitales.
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Publicó en su plataforma del partido su apoyo a la autocustodia de activos digitales y protección legal para la minería de Bitcoin.
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Sus críticas a la SEC por desconfiar de las criptomonedas le ha hecho ser un símbolo de estos activos.
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Su mensaje ha calado en muchos seguidores: “Estados Unidos será la capital de las criptos. Si no lo hacemos nosotros, lo hará China”.
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No hay mejor manera que predicar con el ejemplo. Por ello mostró su última declaración financiera en la que se observa que tiene una cartera de más de un millón de dólares en criptomonedas.
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Lo más reciente sucedió hace pocos días. Visitó Pubkey Bar, un bar temático de Bitcoin en Greenwich Village, Nueva York. Allí invitó a sus seguidores a hamburguesas y refrescos, pagando con Bitcoins.
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En definitiva, Trump es el primer Presidente que apuesta públicamente por las monedas digitales.
Una victoria de Kamala Harris no es que realmente sea negativo para el mundo cripto, simplemente que, siempre en teoría, no sería tan favorable como una victoria de Trump.
De hecho, la candidata demócrata todavía no se ha pronunciado públicamente acerca de las criptomonedas. Es más, publicó una lista de postulados políticos para su potencial Administración, como por ejemplo apoyar el crecimiento del sector de la inteligencia artificial, pero no incluyó nada (ni siquiera opiniones) sobre las cripto.
Incluso la plataforma del Partido Demócrata tampoco dice nada cuando el pasado mes publicó su documento oficial de más de 100 páginas.
Algunas voces del partido han comentado que Kamala Harris no perjudicaría a las compañías del sector ni a los tenedores de criptomonedas puesto que adoptaría un enfoque equilibrado para la industria. Pero esto y nada es lo mismo, son frases generalistas, no se concreta en nada.
Es cierto que Wiley Nickel, del Partido Demócrata, es partidario de las criptomonedas y dijo que Kamala Harris haría más por el sector que Joe Biden, pero eso da igual porque Harris no se enfrenta a Biden, sino a Trump.
A todo ello se suma que varias compañías de criptomonedas han dicho que no recibieron respuesta a las cartas que enviaron a la campaña de Harris acerca de la política que abordarían en ese sentido y la futura regulación.
Por tanto, la intensa campaña que está haciendo Trump a favor de las criptomonedas mencionado los activos digitales en cada discurso que ha pronunciado en su campaña y el incesante silencio de Harris sobre este asunto, son las dos caras de una misma moneda que llevaría a pensar que bitcoin saldría más beneficiado en su cotización con un triunfo del republicano. Un ejemplo es la empresa Bernstein, que considera que una victoria de Donald Trump podría aupar al bitcoin a nuevos máximos históricos este mismo año y una victoria de Kamala Harris, hacerlo bajar.
En mi opinión, dejando de lado la volatilidad que podría tener el bitcoin tras las elecciones y su movimiento a corto plazo, si nos centramos a medio y largo plazo, el bitcoin debería de seguir su tendencia alcista con independencia de quién habite la Casa Blanca, ya que una cosa es que Trump se muestre públicamente más partidario de las cripto y otra que Harris vaya en contra de ellas (únicamente no se pronuncia).
Ismael De La Cruz/Investing.com
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