Este miércoles, a las 8:30 del este, se conocerán los datos de inflación de Estados Unidos de agosto, los cuales son esperados ansiosamente por los mercados.
La presunción de que la Reserva Federal recortará la tasa de interés la semana próxima acentúa la atención de los operadores. Una medición por debajo de lo esperado acelerará el ritmo de recortes, que puede llegar al 0.5%, en tanto unas cifras similares a los pronósticos, o por encima de los mismos, cambiará la decisión del banco central, para recortar apenas un 0.25%.
Los análisis previos hablan de una baja del costo de vida en la medición general al 2.6% desde el 2.9% de julio. La medición subyacente, que excluye alimentos y energía, quedaría en el 3.2%, lejos de los objetivos de la Fed.
La probable baja de la medición general obedece a los precios deprimidos de la energía. El petróleo sigue cayendo este mes, y salvo que comience a recuperarse desde estos días, es probable que motive una baja adicional de la inflación general en septiembre. También el gas natural se mantiene débil, cerca de los 2 dólares, poniendo límites a la inflación.
El pronóstico, como se ve, no es tan positivo si se toman las variables que dependen de la Fed, que son todas menos alimentos y energía. La dura política monetaria actual estancó a la inflación por encima del 3% actual, y será necesario esperar varios meses para que ceda del 3%. El objetivo es del 2% anual.
El Dólar se fortaleció entre el lunes y el martes ante las monedas principales. El Euro ya está cerca de 1.1000, y podría recuperarse en la sesión de este miércoles, aunque no tiene mucho que festejar: el jueves, el Banco Central Europeo recortará la tasa de interés del 4.25 al 3.65% de acuerdo a los pronósticos, y la moneda única podría sufrir una dura baja.
La Libra esterlina se mantiene algo más firme ante el dólar, en la zona de 1.3080, a la espera de una batería de datos de Reino Unido, entre los cuales se destaca el índice de producción industrial. La superación de 1.3140 podría darle a la Libra un nuevo impulso alcista, aunque le costará buscar sus máximos anuales de 1.3260.
En cuanto al Yen, sigue presentando una volatilidad inusual para una moneda de su solidez. Sus alzas y bajas constantes, muy amplias, lo tornan inoperable en los cortos plazos. La fuerte baja de los rendimientos de los bonos del Tesoro de Estados Unidos, cuyas notas a 10 años llegaron a mínimos de inicios de junio de 2023, ponen en buena posición al Yen para seguir avanzando en su camino de recuperación, después de varios años de bajas constantes, que llegaron en julio a mínimos de 38 años. El quiebre de 141.60 generaría un movimiento favorable a la moneda nipona, que podría alcanzar 140.50 próximamente.
La onza de Oro vuelve a acercarse a sus máximos históricos del 20 de agosto en 2531 dólares, contra los cuales impacta en forma constante. Si el dólar cae abruptamente, la onza tendrá una excelente oportunidad de quebrar dichos máximos este miércoles.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el jueves.
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