El mes de septiembre comenzó con un día festivo en Estados Unidos, por lo que la acción de los mercados fue prácticamente nula. Aún así, el Yen volvió a perder posiciones en horario asiático, acelerando su caída en la sesión europea, en tanto el Euro logró mantenerse por encima de 1.1030, cuyo quiebre pondría en peligro su tendencia alcista de corto plazo.
En este contexto, el dato de ISM de manufacturas, que se conocerá este martes a las 10:00 del este, puede resultar decisivo para la trayectoria del Dólar. El antecedente de agosto fue muy negativo, en un mínimo de varios años, y será difícil que algo así vuelva a suceder. Se espera que la medición quede lejos de los 50 puntos que separan contracción de expansión del sector, aunque bastante más cerca que el mes pasado.
Si esto ocurre, el Dólar encontrará un nuevo motivo para seguir escalando posiciones, luego de un mes de agosto que lo vio caer durante varios días consecutivos, en especial al inicio del período, para terminar con algún alivio el mes en sus principales paridades.
El dato mencionado fue, justamente, el que desencadenó una venta masiva de dólares, dato al cual siguió un débil informe de empleos de julio. El clima de negocios, que ya venía complicado por el aumento de tasa de interés por parte del Banco de Japón, terminó por sacudir al billete en todos los frentes.
El panorama es distinto, apenas 30 días después. La Fed ya dejó en claro que recortará la tasa de interés en su reunión del día 18 de septiembre, y la duda es si el recorte será del 0.25 o del 0.5%. Los pronósticos, por ahora, se vuelcan a un recorte mínimo, en cuyo caso el Dólar no tendrá tanto que perder.
Así lo percibe Wall Street. Los datos de inflación por consumo, conocidos el viernes, dieron cuenta de una discreta baja en el costo de vida en julio en este sentido, pese a lo cual el Dólar se valorizó en buena forma ante el Euro, la Libra esterlina, el Yen y el Oro.
Si los pronósticos de los datos de esta semana se cumplen, el billete se verá ampliamente beneficiado. El Euro no encuentra la forma de acercarse a sus máximos del año en 1.1200, mientras la Libra ya quedó lejos de sus máximos anuales en 1.3265 de la semana pasada. Con todo, la moneda británica luce mejor que el Euro.
La onza de Oro se aleja, al menos por ahora, de sus máximos históricos del 20 de agosto en 2532 dólares. El alza de los rendimientos de los bonos del Tesoro está impactando negativamente en el metal precioso, aunque su baja parece circunstancial. Su enorme volatilidad y la gran amplitud de precios que suele ofrecer a diario mantienen expectantes a los inversores, que perciben nuevos máximos históricos para dentro de poco tiempo. Sobre todo si, como se espera, la Fed recorta su tasa en los próximos meses.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el miércoles.
Trader College