El Conference Board publicó ayer el Sentimiento del Consumidor de agosto, recuperó ligeramente hasta 103.3 desde el 101.9 anterior.
SENTIMIENTO DEL CONSUMIDOR, CONFERENCE BOARD
Las expectativas de inflación a 12 meses de los consumidores descendieron ligeramente y en línea con las previsiones o también con la tendencia general bajista de los precios de los últimos meses.
Por el lado del empleo, sin embargo, las noticias no fueron tan positivas según el componente diferencial del empleo (horquilla entre el porcentaje de consumidores que opina que hay facilidad de encontrar trabajo y lo contrario)que continúa en claro deterioro.
COMPONENTE DIFERENCIAL EMPLEO.
Las expectativas de crecimiento del PIB y de los beneficios que contempla el consenso son muy ambiciosas, en algún punto incongruentes en sí mismas como explicamos en post ayer, el hecho es que se espera un crecimiento de PIB solvente, fuerte incremento de beneficios (+15% en 2025) y también intensa bajada de los tipos de interés.
El contexto de expectativas es delicado y vulnerable a sufrir decepciones con la consecuente reacción de los inversores invetidos en un mercado tan sobrevalorado como el actual.
Alcanzar el +2.5% de PIB que espera el consenso para 2024, después de un crecimiento promedio en el pimer semestre del 2.1%, requiere incrementos del 3% en el tercer y cuarto trimestre.
EXPECTATIVAS DE CONSENSO PIB EEUU, Bloomberg.
Por otra parte, alcanzar el +15% de incremento de beneficios y un +5%-6% de las ventas (expectativa muy elevada) deberá ser satisfecho mediante una mejora de márgenes muy contundente y hasta niveles máximos históricos. Veremos.
Las empresas son conscientes de que las ventas no mejoran como desearían, de hecho, el crecimiento real de las ventas (ajustado por inflación) en los últimos 3 años ha sido plano, neutro, y este hecho suele ser un testigo que anticipa recesiones económicas. Es un testigo históricamente fiable pero ahora, después del estallido de las ventas post pandemia puede estar un poco desvirtuado.
Wall Street lo fía todo a un deseado y revolucionario impacto de la Inteligencia Artificial, no sólo sobre el sector tecnológico donde ya se ha producido, sino también sobre el conjunto de sectores económicos y empresas.
De momento, la fiebre de la Inteligencia Aritifical ya ha proporcionado ganancias a las bolsas muy suculentas (el Nasdaq y SP500 han subido cerca de un 40% en los últimos 10 meses descontando el impacto de la IA).
El problema es que buena parte de las subidas de los índices se ha producido contra múltiplos, es decir, generando la actual situación de excesiva sobrevaloración.
Hasta el NYSE, índice de base más amplia, ha subido más de un 30% en ese periodo y, por cierto, acaba de registrar nuevos niveles máximos históricos. Su imagen técnica de medio plazo es delicada.
NYSE, semana.
S&P500, semana
El consenso espera un aumento de la productividad intenso derivado de la implantación de la IA, que impulsará el optimismo de los empresarios y originará un decidido aumento de la inversión y de los beneficios.
En estas condiciones, apostar por continuidad de la subida de las bolsas es apostar por un combinado que se presume complejo de alcanzar, por optimista, de economía en soft landing, bajada de tipos de nada menos que 200 puntos básicos y por un milagro IA que proporcione un impulso extraordinario sobre los márgenes y beneficios.
La evolución de resultados de las grandes tecnológicas en el segundo trimestre no resulto todo lo estelar que se esperaba, incluso distintas compañías ya han comenzado a defraudar.
¿Y si gana Kamala Harris y cumple con la subida de impuestos a las empresas del 21% al 28% tal como ha anunciado?, ¿Y si gana Trump e instaura el compendio de abultados aranceles que ha anticipado?.¿Y si se recrudece el conflicto en Oriente Medio y se dispara el precio del crudo?. ¿Y si las empresas continúan en modo defensivo y mermando la inversión?…
DIstintos factores pueden alterar el curso de los acontecimientos y poner aún más en entredicho las optimistas previsiones del consenso.