Cuando este miércoles a las 8:30 del este se conozcan las cifras de inflación de julio en Estados Unidos comenzará a develarse una incógnita que mantiene en vilo a los mercados: ¿comenzará la Fed a recortar su tasa de interés en septiembre, o necesitará más tiempo para verificar que el costo de vida baja en forma sustentable?
Los números de los últimos meses han sido elocuentes en ese sentido. La inflación hasta junio se situó en el 3.3% en términos interanuales excluyendo las volátiles variables de alimentos y energía, que quedan fuera del alcance del banco central.
Asimismo, los datos de empleo ofrecieron el mes pasado cifras muy por debajo de lo esperado, con un alza de la tasa de desempleo en su máximo de casi tres años, en el 4.3%. Por otro lado, el ISM de manufacturas se aleja de la barrera de los 50 puntos, que debe superar para marcar expansión del sector, y tan solo el ISM de servicios quedó apenas sobre los pronósticos en una publicación conocida el lunes pasado.
Con estas cifras pareciera que la Fed no tiene más remedio que comenzar a recortar la tasa. Hasta hace poco más de una semana ello se daba por descontado, y muchos arriesgaban un recorte de medio punto en las próximas tres reuniones, pronóstico que se fue diluyendo con el paso de los días.
Lo que se mantiene firme es la expectativa por los datos de este miércoles. En la víspera hubo un buen anticipo, que fue el índice de precios de la producción (inflación mayorista), que cayó al 2.4% interanual subyacente, lejos de lo esperado. Si bien el informe no fue el más importante en cuanto al impacto en los precios, Wall Street reaccionó con euforia, ante la presunción de un recorte en septiembre.
Los rendimientos de los bonos del Tesoro retrocedieron al 3.86% en las notas a 10 años, ayudando al Yen, que nuevamente parecía caerse con fuerza, y sosteniendo a la onza de oro muy cerca de sus máximos históricos de 2483 dólares, que tocó el pasado 17 de julio.
El Euro se sitúa nuevamente cerca de 1.1005, su valor más alto desde el 2 de enero, en tanto la Libra esterlina crece fuerte, superando 1.2850, pese al muy negativo dato de empleos de Reino Unido conocido en la sesión europea del martes.
Los pronósticos para este miércoles hablan de una cifra similar a la de junio, abriendo la puerta a todo tipo de sorpresas. La medición general en términos mensuales podría mostrar un crecimiento de la inflación al 0.2%, superando por lejos el -0.1% de junio; en tanto, la interanual, también medida en forma general, quedaría en el 3%, tal como el mes anterior. Por su parte, la medición subyacente en términos interanuales bajaría al 3.2% desde el 3.3% anterior. Son cifras muy parecidas, y cualquier desvío podría provocar movimientos muy encontrados entre sí. En principio, y de acuerdo a estos pronósticos, el dólar podría retroceder en sus paridades principales.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el jueves.
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