Poca complicación tiene el análisis técnico de Repsol desde los mínimos de octubre del 2020: máximos ascendentes y mínimos también, dado que sus correcciones desde entonces se han apoyado en la EMA 200 y en la directriz alcista que se obtiene tras unirlos.
Tras su último apoyo en la EMA 200 en junio vuelve a reaccionar al alza; por lo tanto la cadencia alcista sigue viva y activa. Obviamente le costará cada vez más alcanzar un nuevo techo en la serie pero también es verdad que cada apoyo en EMA o directriz sugiere una compra a corto plazo.
Y lo mejor, que cuando deje de ser alcista nos lo dirá alto y claro perdiendo ambas referencias. Un activo que da tales pistas para saber su estado de salud bursátil es un buen activo porque deja ganar al alza y a la baja con él indistintamente.
Por el lado corporativo ayer Link Securities dijo que la compañía planea vender una participación minoritaria en sus activos de esquisto Eagle Ford en el sur de Texas, en una operación que podría valorar los activos en hasta $ 2.000 millones, según informaron tres fuentes familiarizadas con las negociaciones a la agencia Reuters. Las fuentes indicaron que Repsol ha contratado a Scotiabank para asistirle en el proceso, y tiene como objetivo atraer a uno o varios socios para que ocupen posiciones no operativas. Los socios no operativos no son responsables de la extracción de petróleo y gas ni de otras operaciones diarias. Repsol está dispuesta a vender hasta un 49% de los activos, que incluyen más de 800 pozos productores distribuidos en aproximadamente 80.000 hectáreas netas con una producción de alrededor de 50.000 barriles equivalentes de petróleo por día.
Autor: Bolsacanaria