Siempre hemos dicho que estas dos líneas de crucero deben ser leídas e interpretadas de forma similar a cadenas de hoteles. La diferencia es una: mientras las grandes cadenas hoteleras tradicionales tienen establecimientos fijos en lugares atractivos para el ocio y el turismo, las líneas de cruceros son hoteles flotantes que van a lugares atractivos en sus trayectos marítimos.
Hoy le echamos un vistazo a los dos más grandes Royal Caribbean y Carnival y vemos una brutal diferencia que incluso no alcanzamos a comprender salvo que nos pongamos a leer noticias corporativas, resultados y balances contables, y de eso pasamos olímpicamente porque para ello hay especialistas en la materia que le dirán a quien le interese el por qué de la diferencia técnica de sus gráficos.
Los hechos son los hechos y además tozudos. Carnival a los máximo que llegó tras los mínimos de marzo 2020 fue a los 30 dólares de 50 que tenía el techo del 2020 y eso que venia ya cayendo antes del covid. Luego volvió al suelo en 2022, en 2023 apenas levantó 10 dólares hasta 20, ni siquiera volvió a intentar ir a por los 30 y superiores con todo el mercado a favor y el sector recuperando gracias al fuerte retorno del turismo; ayer cerró a 16.3 dólares, a años luz de los 50 de primeros del 2020.
Sin en cambio, la Royal Caribbean a la que el covid cogió en máximos históricos, aunque hasta el tercer cuatrimestre del 2022 no arrancó, hoy cotiza por encima de los 140 dólares, en subida libre, dado que ha llevado dedse entonces un ascenso uniformemente acelerado gracias a los empujes del mercado y el sector. Aspectos estos que no entendemos que no ayudaran también a Carnival aunque su comportamiento no hubiese sido tan alcista.
Lo único positivo que podemos decir de Carnival es que a nada que lo haga bien podría doblarse para empezar a hablar.
Autor: Bolsacanaria