La agenda de noticias ha sido modesta en los últimos días, y ello derivó en movimientos lentos y algo erráticos en los pares principales de divisas. El Dólar mantiene su dominio en todos ellos, pero deja algunas dudas por despejar, en especial en su cruce con algunas monedas europeas.
La bolsa de Nueva York ofrece un panorama alcista nítido. Si bien la Fed, a través de distintos “voceros” (uno de ellos nada menos que el presidente Powell) reafirma su dura política monetaria, los mercados siguen descontando un recorte de tipos de interés en los próximos meses.
Las Minutas de la reunión del día 1 de mayo fueron claras: no solo no habrá recortes, sino que puede haber aumentos de tipos si la inflación no cae en forma decisiva. El combate contra el persistente costo de vida viene de lejos -más de dos años atrás- pero la inflación encuentra ahora un núcleo duro en el 3.5% (algo más arriba en algunas variables) que será difícil vencer.
El enorme balance de la Fed es la explicación más clara de este fenómeno. La ventas de bonos por parte del banco central buscó esterilizar parte del mismo, pero emitir la mitad del PBI en poco menos de un año no es gratis. Los altísimos rendimientos de los bonos del Tesoro así lo muestran.
De todas formas, en Wall Street leen o ven otra cosa. Los máximos históricos de los índices principales ya se han tornado en costumbre. Los balances de algunas compañías (en especial las tecnológicas) ayudan a este clima de euforia.
El aumento de las acciones justifica la baja moderada que presenta el Dólar en estos días. El billete resiste el embate del Euro, la Libra esterlina y el Franco suizo, aunque domina cómodamente ante el Yen. La onza de Oro, impulsada por la compra récord por parte de los bancos centrales y también por el crónico conflicto bélico en Medio Oriente, parece jugar otro partido, mucho más complejo de interpretar.
Pero comienza la última semana de mayo, y salvo alguna circunstancia excepcional, el dólar no cambiará su actual sesgo. El Euro no cae de 1.0600, pero la zona de 1.0900 parece invulnerable por momentos. Los poco más de 300 puntos que separan el máximo y el mínimo del año en el par EUR/USD eran el recorrido de una semana aburrida hace muchos años. El mercado es el mismo, pero los tiempos han cambiado.
La Libra esterlina se sostiene por encima de 1.2700, a la espera de algunos datos de Reino Unido. La presunción de que pueden producirse recortes de tipos de interés por parte del BoE en junio mantiene una discreta presión sobre la moneda británica. Sin embargo, si logra superar 1.2770, la Libra podría acelerar antes de fin de mes.
El Yen no logra estabilizarse, y una y otra vez pierde terreno. Las intervenciones del Banco de Japón y el Ministerio de Finanzas solo le dieron aire en forma efímera, y ya superando nuevamente 157.00, las chances de una nueva intervención aparecen latentes.
La onza de Oro quebró una línea alcista importante en 2340 dólares, pero el cierre del viernes, en 2333 dólares no parece suficiente para confirmar tal quiebre. Hará falta una caída de 2300 dólares para asegurar una tendencia bajista más sustentable, y la sobreventa de corto plazo del metal precioso parece anticipar un alza durante las próximas horas.
Este lunes, el festivo en Reino Unido y en Estados Unidos mantendrá a los mercados prácticamente sin movimientos. La sesión asiática sí podría ofrecer alguna alternativa de importancia, pero no mucho más. La actividad normal retornará el martes, también en horario asiático.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el martes.