Dentro de una cierta quietud se han desarrollado las primeras sesiones de la semana en el mercado de divisas. El Euro no logra escapar a un rango de precios muy estrecho, incapaz de superar 1.0710, que es el 38.2% de retroceso de su última baja medida en el gráfico diario, pero tampoco cae de 1.0665, que abriría la puerta a una caída que lo acerque a 1.0598, mínimo anual que tocó la semana pasada.
La moneda única está atrapada entre la fuerza del dólar, que no cede ante la certidumbre de que la Fed estirará en forma indefinida su ciclo de recortes de tipos de interés, y un cierto optimismo derivado de informes de la Eurozona, conocidos el martes, que dieron cuenta de una mejora en el sector de servicios; lo propio ocurrió en Francia y Alemania.
Para las próximas horas, la superación de 1.0710 llevará al euro a la zona de 1.0735 en primer término, nivel seguido de 1.0765; a la baja, 1.0665, 1.0630 y 1.0600 serán los soportes a tener en cuenta.
En cuanto a la Libra esterlina, luce recuperada respecto a los mínimos de la semana, debajo de 1.2300. Sin embargo, su sesgo bajista de corto plazo se mantiene sin cambios, a la espera de los informes de Estados Unidos, previstos para este jueves y el viernes, que serán mencionados más abajo. Si no logra superar con claridad la zona de 1.2500, la moneda británica podría buscar rápidamente 1.2400, para seguir luego a 1.2350.
El Yen vuelve a dar la nota en este particular momento de los mercados. Una vez más alcanzó, en las últimas horas, un mínimo de 34 años, para llegar a 155.35, cuando queda poco más de 24 horas para que el Banco de Japón de a conocer su tasa de interés. En la reunión de abril, el BoJ aumentó, por primera vez en más de 8 años, la tasa, que permanecía en negativo, para dejarla en el 0%. Sin embargo, el yen cayó muy fuerte desde entonces, ante la presunción de que no se producirán nuevos aumentos en el corto plazo, pese a que la inflación de Tokio dio señales de subir el mes pasado. Por el momento, el yen no tiene estímulos para recuperarse con fuerza, más aún cuando los rendimientos de los bonos del Tesoro se mantienen en máximos de varios meses, y la bolsa de Tokio ofrece sus mejores guarismos históricos, correcciones mediante.
La onza de Oro se mantiene estable en torno a 2315 dólares, con un ligero sesgo bajista de corto plazo. La mayoría de las materias primas ofrece un panorama similar en estas horas, a la espera de definiciones desde Estados Unidos con los datos de inflación por consumo y PBI del primer trimestre. En el caso del oro, además, se conjuga la delicada situación de Medio Oriente, que ahora salió de los titulares globales, pero que mantiene un frágil equilibrio, que puede romperse en cualquier momento. Ante una situación como tal, el Oro volverá a buscar sus máximos históricos de dos semanas atrás, en 2432 dólares.
Este jueves, la publicación del PBI avanzado del primer trimestre generará un impacto de mediana intensidad en el Dólar. Se espera una fuerte baja en el crecimiento de la primera economía global en el trimestre pasado, aunque en estos momentos el efecto negativo sobre el billete podría ser muy limitado.
La atención de los mercados se vuelca también al deflactor de inflación, previsto para el viernes, y a la decisión de política monetaria de la Fed, prevista para el miércoles 1 de mayo.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el viernes.